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Annan mantiene la investigación de la ONU en Yenín

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha decidido mantener la misión encargada de esclarecer lo ocurrido en Yenín, pese a que Israel ha dado marcha atrás y se ha negado a cooperar, objetando la composición y el mandato de la misión. El equipo inicialmente designado viajó ayer hasta Ginebra y tiene previsto estar en la zona el sábado, con un día de retraso. El ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer, aseguró, sin embargo, que la misión no debería llegar hasta que no se aclaren todas las diferencias.

Annan ha tenido que hacer encaje de bolillos diplomático para que su iniciativa, respaldada el pasado viernes por una resolución del Consejo de Seguridad, no acabe en fracaso antes de empezar. El equipo que nombró a principios de esta semana, compuesto por el ex primer ministro de Finlandia, Marti Ahtisaari, la ex comisaria de la ONU para los Refugiados Sadako Ogata y el ex presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja Cornelio Sommaruga no cambió sus planes de viaje y marchó a Ginebra para celebrar reuniones preliminares. Es posible que no puedan ir más allá. Ben Eliezer reiteró que el equipo no sería bienvenido si antes no se cambian sus miembros y su cometido. "Espero que tomen en consideración nuestra postura y arreglen las cosas", dijo.

Annan accedió a retrasar la misión, tan sólo un día, pero no a modificarla. La directora de Asuntos Políticos de la ONU, Kieren Prendergast, tiene previsto reunirse hoy en Nueva York con una delegación israelí para "clarificar varios asuntos", dijo el embajador de Israel, Yehuda Lancry.

La misión no es fácil. Debe esclarecer lo ocurrido durante el bombardeo del campo de refugiados de Yenín, que Israel califica de operación antiterrorista y los palestinos denuncian como una matanza, pero no tiene la autoridad de una comisión investigadora.

La crisis surgió de forma inesperada en la tarde del martes cuando Israel anunció que retiraba su apoyo inicial. El Gobierno de Ariel Sharon critica el carácter demasiado político y "humanitario" de sus miembros y la ausencia de especialistas militares, especialmente de expertos en contraterrorismo. Insiste en la necesidad de ampliar la misión a los atentados suicidas palestinos o en su caso a limitarla estrictamente a Yenín, y se opone a la presencia de Sommaruga debido al viejo contencioso entre Israel y la Cruz Roja (que no admite la Estrella de David como símbolo internacional de asistencia).

Israel también pide que el experto en temas militares designado por Annan, el general estadounidense William Nash, ya retirado, tenga el mismo estatus que los tres miembros principales. La ONU ha resuelto de momento la cuestión asegurando que no "existen difirencias artificiales entre los miembros" y que todos gozan del mismo rango. Además de Nash, que ha pedido la ayuda de otro asesor militar, y del Comisionado de Policía irlandés, Thomas Peter Fitzgerald, el equipo contará con la ayuda de un asesor en medicina forense y un asesor legal.

EE UU, que promovió la resolución en apoyo a la misión, ha sido increíblemente discreto en esta crisis, confiando en la mano izquierda del secretario general. Aparentemente Washington, pese a conocer las reticencias israelíes, no esperaba tal negativa. En una comparecencia ante el Congreso, el secretario de Estado, Colin Powell, dijo que había hablado personalmente con Sharon sobre la misión de la ONU, insistiéndole en la necesidad de cooperar. "Va en el interés de todos los implicados, especialmente de los israelíes, conocer los hechos", declaró. Powell aseguró que no existían pruebas de que se hubiera producido una matanza en Yenín. "Claramente han perdido vidas inocentes (...) pero no hay evidencias de fosas comunes o de una matanza".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de abril de 2002