Los líderes de CC OO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, se reunieron anoche para decidir la convocatoria de una huelga general si se confirma la ruptura del diálogo con el Gobierno sobre la reforma del paro. La respuesta sindical, que según han advertido desde hace días será "dura y unitaria", se gesta para finales del mes de junio, antes de que termine la presidencia española de la UE, e irá precedida de una campaña informativa y movilizadora a partir de las manifestaciones del Primero de Mayo.
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La decisión de las dos centrales cuenta con el respaldo de los sindicatos ELA-STV y USO, así como de los principales partidos de oposición, PSOE e IU, y se produce antes de la reunión fijada para el próximo lunes por el Ministerio de Trabajo con los agentes sociales. En este encuentro se debatirá de nuevo el documento del Gobierno, que prevé ajustes en la protección del paro, la retirada del subsidio a quienes rechacen ofertas de empleo a 50 kilómetros del lugar de residencia, la eliminación de los salarios de tramitación en despidos improcedentes y la desaparición paulatina del PER. El secretario general de Empleo, Juan Chozas, anticipó ayer que el Ejecutivo sólo admitirá debatir las propuestas de los agentes sociales que respeten el "equilibrio" del texto oficial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de abril de 2002