El PP no ve en estos momentos "ningún motivo" para organizar una huelga general. El secretario general del PP, Javier Arenas, sí encontró ayer otras razones para el montaje de esa gran protesta, pero lo interpretó en clave sobre todo política: "Sí creemos que hay muchos que estaban deseando que Aznar no terminase su mandato de ocho años sin sufrir una huelga general".
El dirigente del PP apuntó ayer también como razón contraria al paro que "la mayoría de la sociedad no lo entendería" porque con el Gobierno que preside Aznar "se está creando empleo, están subiendo los contratos estables y se está proponiendo a los trabajadores la segunda rebaja fiscal para que paguen menos impuestos".
Arenas acusó al PSOE de estar promoviendo este conflicto y en las fechas de término de la presidencia semestral de la Unión Europea para que se vea como un fracaso del Gobierno de Aznar.
Frente a esta versión, el PSOE se limitó ayer a animar al Gobierno para que dialogue con los sindicatos, retire su propuesta inicial sobre el recorte de las prestaciones y abandone "su prepotencia y su soberbia", según el secretario de organización de la Ejecutiva Federal, José Blanco. "Si el Gobierno persiste en la actual actitud y no hace nada para evitar el empleo precario y el recorte de las prestaciones, los sindicatos estarán legitimados para llamar a la movilización de los ciudadanos". ¿ Y qué hará el PSOE si se produce la convocatoria de huelga? Aún no hay respuesta.
No la hubo ayer en público por parte de Blanco ni tampoco en la reunión de la ejecutiva federal, que sí habló del asunto. Los miembros de la dirección socialista consultados señalan que seguirán con mucha atención la actuación de los sindicatos, y siempre animarán al diálogo aunque se muestran pesimistas porque ven en el Gobierno una posición "inflexible". Cuando llegue el momento decidirán qué hacer como partido aunque se recuerda que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no es partidario de la huelga general por el recuerdo "hondo y desagradable" que le dejaron los paros que los sindicatos convocaron contra el gobierno socialista de Felipe González.
Contra la reforma
Eso sí, el PSOE combatirá estas reformas en el Parlamento con enmiendas. El apoyo de este partido a los sindicatos se manifestará mañana en la manifestación del Primero de Mayo, a la que asistirá en representación de la ejecutiva el responsable de Economía, Jordi Sevilla. Zapatero tampoco acudió el pasado año, primero como líder socialista, donde sí estuvo el portavoz parlamentario, Jesús Caldera.
Frente a estas llamadas a la cautela de la ejecutiva del PSOE, Izquierda Unida exigió ayer a los socialistas que hagan todo lo contrario, esto es, aprovechar el ambiente de huelga para "entrar de una vez en el cuerpo a cuerpo con el PP", informa Carlos E. Cué.
Gaspar Llamazares, el coordinador general de la coalición, pionera en defender públicamente la huelga, cree que si el PSOE no apuesta claramente por el conflicto con el Gobierno los ciudadanos pueden pensar que "la oposición es un tongo" porque no trabaja para "pararle los pies al Gobierno". Esta línea será expuesta en la próxima reunión entre Llamazares y Zapatero, el 8 de mayo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de abril de 2002