Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Annan quiere suspender la investigación sobre Yenín ante el bloqueo de Israel

El secretario general de la ONU estudia desmantelar el equipo formado, que hace días que espera en Ginebra

El Gobierno de Ariel Sharon decidió ayer finalmente vetar de manera clara y abierta la comisión de investigación de Naciones Unidas sobre los sucesos del campo de refugiados de Yenín, donde, según los palestinos, el Ejército israelí se excedió y perpetró una masacre, que se habría saldado con al menos 250 víctimas y la destrucción de más de un centenar de casas. La respuesta palestina a la actitud de Israel fue fulminante, al solicitar sanciones contra Israel. La decisión de Sharon puede provocarle un duro enfrentamiento con la ONU y con la comunidad internacional.

Con esta decisión el Ejecutivo israelí culmina una serie de maniobras dilatorias planteadas desde hace una semana con las que intentaba bloquear la investigación, por temor a que sus resultados puedan ser posteriormente utilizados en su contra ante los tribunales internacionales de justicia.

Antes de anunciar el veto definitivo, el Ejecutivo israelí había solicitado y obtenido tres aplazamientos sucesivos de 24 horas cada uno, al tiempo que enviaba a Nueva York una delegación encargada de negociar con Kofi Annan algunos aspectos inquietantes de la misión, entre los que destaca la composición, sus objetivos o la selección de los testigos militares.

Ayer, tras un largo debate y al no recibir suficientes garantías, el Gobierno israelí decidía dar una respuesta clara y abierta: un veto. Esto supone la marcha atrás de una decisión anterior, adoptada el pasado 19 de marzo, cuando presionado por Estados Unidos y en un intento de evitar una comisión de investigación internacional solicitada por los países árabes, acordó dar luz verde a la misión de la ONU. El Gobierno de Sharon considera ahora que la misión no puede empezar su trabajo "mientras sus exigencias no sean cumplidas".

Por su parte, desde Nueva York, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguraba que había hecho "todo lo posible para responder a las preocupaciones" del Ejecutivo israelí y recordaba que los propios ministros de Exteriores y de Defensa le habían asegurado que su país no tenía nada que esconder. Annan planteó oficiosamente la posibilidad de dar por desmantelada la comisión, que hace días que espera en Ginebra, ante la imposibilidad de que ésta haga su trabajo.

El veto del Gobierno de Israel puede provocarle un duro enfrentamiento con la ONU y con la comunidad internacional, que ya ha empezado a pedir sanciones contra Israel por incumplimiento de la resolución, que amparaba los trabajos de la comisión. Pero Sharon confía en la ayuda de la Casa Blanca, sobre todo después de haber aceptado el plan de Bush para levantar el asedio a Arafat en Ramala, según reconocía la número dos del Ministerio de Defensa, Dalia Rabin, hija de Isac Rabin. La investigación sobre Yenín será uno de los temas importantes que Sharon tratará personalmente con el presidente George W. Bush, el próximo domingo cuando inicie una visita de tres días a Estados Unidos.

Mientras los expertos de seguridad internacionales, británicos y norteamericanos, seguían ayer negociando con las autoridades palestinas los detalles del traspaso de los seis prisioneros de Ramala y su traslado y custodia en una cárcel de Jericó, requisito previo para que Israel levante el asedio de la residencia del presidente palestino y devuelva la libertad de movimientos a Yasir Arafat. Los trámites de este procedimiento parecen alargarse, lo que ayer llevó al ministro de Información palestino, Yasir Abed Rabo, a comentar en voz alta ante la prensa: "No me extrañaría que los israelíes encontraran un pretexto para retrasar la aplicación del acuerdo".

Coincidiendo con esta tensa espera, el Ejército israelí anunció que sus tropas se habían retirado totalmente de Hebrón, invadida el lunes de madrugada en una operación de castigo por cuatro asesinatos en el asentamiento judío de Adera. El Ejército detuvo a 52 palestinos sospechosos de participar en atentados terroristas.

A última hora de la noche, una niña palestina de dos años murió como consecuencia de los disparos de tanques palestinos en Rafah, en la Franja de Gaza, cerca de la frontera con Egipto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de mayo de 2002