El presidente del Banco Central, Mario Blejer, celebró ayer en Madrid una cena con representantes del Santander Central Hispano (SCH) y del BBVA, así como con otros empresarios españoles con intereses en Argentina. Blejer trató de transmitir confianza en la recuperación de Argentina. Blejer y los dos bancos españoles coinciden en su oposición al Plan Bonos, el canje 'voluntario' de títulos de deuda por el dinero que los ahorradores depositaron en los bancos, propuesto por el Ministerio de Economía.
Precisamente, el rechazo al Plan Bonos ha complicado la continuidad de Blejer al frente del Banco Central. No obstante, continuará en el cargo hasta que Argentina firme un nuevo acuerdo con el FMI, probablemente a fines de junio, y luego será designado con rango de embajador en Washington, donde reside su familia, para que represente los intereses del país en la convocatoria a los acreedores externos.
Blejer había anunciado la renuncia a sus colaboradores más directos porque no estaba de acuerdo con el Plan Bonos. El presidente del Central recomendaba a cambio imponer un bono de aceptación obligatoria y de circulación limitada para que no aumentara la demanda de dólares y provocara una estampida inflacionaria.
Los bonos son rechazados por los ahorradores y no cuentan con el apoyo de los bancos, que reclaman una compensación estimada en 12.000 millones de dólares por las pérdidas que les provocó la devaluación del peso y la eliminación del índice de actualización de deudas. Blejer, un funcionario que desarrolló gran parte de su carrera al servicio del FMI, impuso como condición para apoyar el Plan Bonos que el Congreso apruebe una ley para que en el futuro no puedan ser sometidos a proceso los funcionarios del Banco. El propio Blejer fue denunciado ayer por dos abogados que le acusan de seguir cobrando un salario del FMI a pesar de que pidió licencia en su cargo de director cuando aceptó la presidencia del Banco Central.
El temor a la hiperinflación obligó al Banco Central el último viernes a disponer otros 60 millones de dólares de sus reservas para sostener la cotización del dólar a 3,40 pesos. Ayer, el Central convalidó un aumento de cinco centavos y abrió el mercado oficial a 3,45 pesos por dólar, cuando ya en el mercado libre se cotizaba a 3,70 pesos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de mayo de 2002