'Los obispos vascos están para llevar a los católicos por los caminos de la fe y no de la política. Una vez más, estos obispos están más cerca de los verdugos que de las víctimas. La pastoral es toda un verdadero disparate y ahora se entiende mejor porque muchos católicos vascos han optado por quitar su cruz del apartado de la declaración de la renta para proveer voluntariamente de fondos a la iglesia'. Esta declaración, anoche, del presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, sintetizó la posición oficial de la dirección del partido.
Iturgaiz destacó también que los obispos, en ese documento, 'hacen el mismo discurso que el líder del PNV, porque están mediatizados por el nacionalismo y demuestran así que la iglesia, en Euskadi, no es universal y que son la voz de su amo, que no es Dios sino Xabier Arzalluz'. Iturgaiz exigió 'un toque de atención de la Conferencia Episcopal con un pronunciamiento diferente'.
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La Ejecutiva Federal del PSOE reaccionó anoche, en su comunicado oficial, con 'estupor' ante el hecho de que a la Iglesia vasca le parezcan 'irrelevantes las relaciones existentes entre Batasuna y ETA'. Los socialistas agregan: 'Parece que entre el derecho a la vida y Batasuna han optado por Batasuna'.
Fuentes de la dirección del PSOE se permitieron ironizar sobre que siempre habían 'creído que matar era pecado mortal y apoyar a quienes matan, también. No sabíamos que había cambiado la doctrina'. Los socialistas terminan su declaración con una reclamación a los obispos vascos: 'Lamentamos que la Iglesia no se dirija a Batasuna para pedirle que deje de apoyar a ETA y condene la violencia como medio para obtener objetivos políticos. Ese sí que sería un paso hacia la paz'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de mayo de 2002