La enseñanza universitaria no es un coto exclusivo para jóvenes, aunque lo pueda parecer si se observa el escaso número de personas mayores de 25 años que se matriculan en la Universidad del País Vasco (UPV). En concreto, los alumnos englobados dentro de esta categoría que formalizaron su matrícula el curso pasado fueron 260, lo que supone menos de un 40% de los 681 que se inscribieron en las pruebas de acceso.
La dificultad de los ejercicios que deben superar -uno de carácter común a todos los aspirantes, más otro específico en función de la titulación que desean cursar y un cursillo de técnicas de estudio- puede ser una de las razones que expliquen por qué no se completan las plazas reservadas en la universidad pública para mayores de 25 años, que suponen un 3% de las disponibles en las enseñanzas, el máximo permitido por la ley.
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En opinión del vicerrector de Ordenación Académica de la UPV, Enrique Amezua, el hábito de estudio marca de forma considerable las posibilidades de un candidato mayor de 25 años. 'Las pruebas no son muy duras para gente que esté acostumbrada a estudiar. Sin embargo, para personas en esas edades, muchas de ellas con familias, con un trabajo estable, es muy duro y difícil lograr tiempo para prepararlas', indica.
También la posibilidad o no de poder entrar en la carrera elegida es, a juicio de Amezua, un factor que influye en el número final de matriculados. 'Las personas que se embarcan en esta iniciativa lo hacen pensando en una carrera muy concreta, no como les ocurre a muchos de los que entran con 18 años, que lo que desean es cursar alguna titulación universitaria sin tener demasiado claras sus preferencias. Además, el aprobado de las pruebas se mantiene el curso siguiente, así que algunos prefieren esperar si se han quedado sin poder acceder a lo que querían', explica el vicerrector.
La gran mayoría de las matrículas se centran en las titulaciones y estudios relacionados con las Ciencias Sociales y las Humanidades. En cambio, en el caso de las ciencias experimentales, la demanda es muy baja. 'Son poquísimos los matriculados en el campo de las ciencias experimentales. De hecho, el 3% de reserva que mantenemos en las titulaciones se queda vacío en muchas de ellas', añade Amezua.
Los estudios relacionados con el área de enseñanza, como Educación Social, presente en los campus de Vizcaya y de Guipúzcoa, y Pedagogía, junto con las titulaciones y diplomaturas relacionadas con las ciencias empresariales, con sedes en las tres provincias, son, con mucho, las que cuentan con un mayor número de estudiantes mayores de la citada edad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de junio de 2002