España roza el doble ascenso a la Superliga, la máxima división del atletismo europeo. Ayer tras la primera jornada en el estadio de La Cartuja de Sevilla, los equipos masculino y femenino tomaron la delantera sobre sus principales rivales. Si en los hombres era esperado ante Suecia, a la que aventajan por 8 puntos, pues los cálculos teóricos por marcas previas ya lo anunciaban, en las mujeres fue una agradable sorpresa. Bielorrusia debería acabar ganando la única plaza por 10 puntos, pero ayer España le sacaba un parcial de 11, brillando como nunca y al borde del aprobado definitivo en una asignatura femenina demasiado tiempo pendiente. Parece ya muy claro que corren tiempos de bonanza en el deporte rey nacional, a falta de corroborarlo hoy y en los Europeos de agosto.
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Cinco triunfos y dos segundos puestos en las 11 pruebas femeninas avalaron a un equipo en el que ya funcionan hasta los concursos y los saltos. Se confirmó que no sólo ha sido importante la incorporación de Glory Alozie, la nigeriana nacionalizada española, que hoy deberá ganar los 100 metros vallas, pero que ayer ya se impuso en los 100 lisos con unos apreciables 11,21s y colaboró al segundo puesto en el relevo 4x100 y, sobre todo, a batir el viejo récord de España de 1991 bajando por primera vez de los 44 segundos: 43,78. Era sintomático lo lejanos que quedaban los 44,08s de 1991, con otra nacionalizada, la ex estadounidense Sandra Myers, que tanto lustre dio al depauperado atletismo femenino español de aquellos tiempos. Ayer, Carmen Blay, Arantxa Reinares y la saltadora de longitud Concha Montaner hicieron los primeros relevos y la marca incluso pudo ser mejor si Alozie, nerviosa porque las bielorrusas llevaban ya ventaja (y acabaron batiendo también su récord nacional, con 43,55s), salió antes de tiempo y forzó demasiado a Montaner en la entrega del testigo, perdiendo ambas velocidad.
Pero sin llegar a perfecciones también hubo aportaciones sustanciales. Carlota Castrejana, por ejemplo, superó en medio metro su récord personal y el nacional de triple salto que poseía Conchi Paredes desde hace ocho años en 14,30 metros. Sus magníficos 14,51 sólo los había mejorado esta temporada la rusa Oleinikova, la semana pasada en Praga, con 14,83. Ayer, en la Superliga de Annecy (Francia), donde Rusia va mandando en mujeres y Francia en hombres, otras tres atletas saltaron más: la rusa Anna Pyatykh, 14,67, la británica Ashia Hansen, 14,62, y la italiana de origen cubano Magdeline Martínez, 14,54. Pero Castrejana está en la élite. Algo más le queda a Zulema Fuentes, una discípula del legendario José Manuel Abascal, aunque su récord del aún más joven 3.000 obstáculos anuncia tiempos mejores. Y estuvo espléndida Luisa Larraga, ganadora en 3.000, como Marta Míguez, en jabalina.
En hombres, casi lo previsto. Cómodos triunfos de Martínez, Canal y Jesús España; apurado de un Estévez agarrotado, y Raúl Fernández fue superado en el último salto por el esloveno Cankar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de junio de 2002