El Ministerio de Asuntos Exteriores ha destinado 30.000 euros (cinco millones de pesetas) de sus fondos reservados a financiar una campaña para intentar convencer a los gibraltareños de que las actuales conversaciones hispano-británicas sobre el futuro de la colonia van en su propio beneficio. Así lo reveló ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, ante la que compareció a puerta cerrada junto a sus colegas de Interior, Mariano Rajoy, y Defensa, Federico Trillo-Figueroa.
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Piqué reconoció que la campaña sufragada por su departamento no puede competir con la que el lobby gibraltareño está realizando en el Reino Unido, para ganarse a la opinión pública de la metrópoli, con fondos cuyo origen aseguró desconocer. El jefe de la diplomacia española, que se reúne mañana en Londres con su homólogo Jack Straw, se mostró convencido de que, si las conversaciones llegan a buen puerto, serán las propias autoridades británicas las que asuman la responsabilidad de intentar persuadir a los llanitos de las bondades del acuerdo.
La campaña en Gibraltar absorbe una sexta parte de los fondos reservados de Asuntos Exteriores para este año, que ascienden a 186.310 euros. Otra cantidad significativa, explicó Piqué, se gastó en gestiones relacionadas con el secuestro de los tres empresarios españoles en la ex república soviética de Georgia.
En realidad, la partida de fondos reservados de Exteriores es muy reducida en comparación con la de Interior (5.709.610 euros) o Defensa (512.660). Este último departamento es, además, responsable de los 8.414.170 euros a disposición del servicio secreto CNI. Dicho centro, según Trillo-Figueroa, ha gastado en los últimos 12 meses unos 660.000 euros de sus fondos reservados en luchar contra el terrorismo islámico. Se trata de una cantidad aún modesta, pero muy superior a la que se dedicaba antes de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.
En cambio, si se mide en términos económicos, la lucha contra las mafias que trafican con inmigrantes, a la que sólo se dedican unas decenes de miles de euros, está muy lejos de tener el carácter prioritario que se deduce de los discursos oficiales.
A la reunión, que se prolongó por espacio de hora y media, asistieron la presidenta del Congreso, Esperanza Rudi, y los portavoces de todos los grupos parlamentarios, salvo el mixto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de junio de 2002