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CATÁSTROFES AÉREAS

Suiza abre una investigación criminal por el choque de aviones

El único controlador de servicio alertó al avión ruso apenas 44 segundos antes de la colisión

La fiscalía del cantón de Zúrich dio a conocer ayer que ha abierto un sumario en contra del organismo de seguridad aéreo suizo Skyguide al considerar que existen suficientes indicios que apuntan a un posible homicidio involuntario y a una eventual perturbación del tráfico público por la manera cómo se vigiló el espacio aéreo sobre el lago Constanza el lunes por la noche. En un paso que se considera rutinario en este tipo de tragedias, la fiscalía alemana también abrió una investigación por lo sucedido antes de la colisión en pleno vuelo entre el Tupolev 154 y el Boeing 757, que dejó 71 muertos.

En Alemania, la Oficina Federal de Investigación de Accidentes Aéreos (BFU) oficializó la acusación de que el único controlador aéreo operativo en el momento del accidente (su compañero se había tomado un descanso) alertó demasiado tarde a los pilotos del Tupolev sobre el inminente peligro. Este aviso, según el BFU, sólo fue transmitido 44 segundos antes de la colisión (y no 50 segundos o un minuto antes, como se había afirmado hasta ahora). En opinión de los investigadores alemanes, la alerta se hubiese tenido que dar al menos 90 segundos antes. En el momento de la tragedia, la intensidad del tráfico era muy baja: tan sólo cinco aviones se encontraban en el espacio aéreo suizo.

La tripulación del avión ruso, en el que viajaban 69 personas, 52 de ellas menores de edad, no reaccionó ante la primera advertencia. El controlador dio un segundo aviso 14 segundos después, a sólo medio minuto del choque. El Tupolev cumplió entonces las indicaciones y perdió altura.

Los 30 segundos que quedaban, a juicio de la BFU, hubiesen sido suficientes para evitar la tragedia, pero el Boeing 757, propiedad del servicio de mensajería DHL, realizó la misma maniobra de descenso, ordenada a su piloto por su sistema de alerta interno anticolisión (TACS). Según confirmó la BFU, también el Tupolev contaba con este dispositivo de seguridad.

La BFU, al mismo tiempo, afirmó que "no puede confirmar" la noticia de que el avión ruso, gracias a este sistema de alerta interno, avisara 90 segundos antes del accidente al controlador aéreo del acercamiento del Boeing 757.

El controlador fue interrogado ayer en Zúrich por los responsables de la oficina alemana de investigación de accidentes de aviación que se ocupan del caso, señaló un portavoz de Skyguide, Christian Weiss, que no detalló el contenido de sus declaraciones, que serán analizadas por expertos germanos. Lo que sucedió exactamente con los dos sistemas TACS sólo podrá ser verificado en los próxi-mos días, cuando se concluya el análisis de las cajas negras y de los registros de voz de ambos aviones, en parte muy averiados.

En Überlingen, una ciudad de 20.000 habitantes en cuyos alrededores cayeron los restos de ambos aviones, entretanto, se han localizado 68 de las 71 víctimas mortales que dejó la colisión. En esa ciudad se vivieron ayer grandes escenas de dolor cuando cerca de 140 familiares de los niños y adolescentes rusos visitaron el lugar del accidente. Al contrario de lo que se había sostenido hasta ahora, la identificación de los restos mortales se realizará a través de las prendas personales de las víctimas, y no con una dolorosa visión directa por parte de los familiares de los cuerpos mutilados de los menores.

El director de comunicación de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, William Gallard, explicó que el controlador debió conocer la situación del Boeing con bastante antelación, ya que estaba en su zona aérea, mientras que la del Tupolev le fue comunicada por los controladores de la zona alemana que acaba de atravesar, informa Efe.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de julio de 2002