Un Tupolev TU-154 de la compañía Krasnoiarsk Airlines con 123 personas a bordo se ha visto obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Siberia a causa del mal funcionamiento del tercer reactor del aparato, según ha informado la agencia Itar-Tass. Se trata de la cuarta ocasión en menos de una semana en la que un avión de este tipo se ve abocado a semejante maniobra.
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El aterrizaje se produjo poco después de que el avión despegara del aeropuerto de Krasnooarsk, desde donde tenía previsto dirigirse Iujno-Sakhalinsk (en el extremo oriente ruso). Los pilotos de la aeronave, en la que viajaban 118 pasajeros y cinco miembros de la tripulación, decidieron dar media vuelta al constatar el fallo en el reactor, pero una fuerte niebla les obligó a aterrizar en el aeropuerto de Kemerovo, a unos 300 kilómetros al oeste de Krasnooarsk.
Cuarto aterrizaje de emergencia
Se trata del cuarto incidente similar que se produce con el mismo tipo de aparato en menos de una semana después de que el martes pasado, tres aviones que realizaban vuelos domésticos fueran obligados a aterrizajes de emergencia en el mismo día.
Además, otro Tupolev fue uno de los implicados en el choque en el aire en la frontera entre Suiza y Alemania del pasado 10 de julio. En aquel siniestro fallecieron los 71 estudiantes a bordo, que se dirigían a pasar unos días de vacaciones en España.