El lanzador del chupinazo anunciador de los sanfermines 2002, el concejal socialista Roberto Jiménez, dedicó el acto "a los mártires de la democracia que son las víctimas del terrorismo". En declaraciones a los periodistas segundos después de encender ayer la mecha del cohete que abre una de las fiestas españolas más internacionales, Jiménez extendió la dedicatoria a sus compañeros Joaquín Pascal, ex edil socialista fallecido hace dos meses, y Javier Iturbe, actual portavoz del PSN el Ayuntamiento de Pamplona, así como a "aquellas personas que no pueden estar entre nosotros", las víctimas del terrorismo.
En cuanto a sus sensaciones a la hora de prender el chupinazo, señaló: "Había un ambiente magnífico en la plaza Consistorial, donde todo el mundo tenía unas ganas tremendas de dar comienzo a estos nueve días en los que lo vamos a pasar todos ideal, olvidando los problemas cotidianos que podemos tener, y en los que nos une absolutamente a todos las ganas de pasarlo bien". Jiménez acabó el acto con el tradicional grito "Pamplonesas, pamploneses, Viva San Fermín, Gora San Fermín".
La primera jornada de las fiestas se saldó sin incidentes de importancia, aunque al menos un policía sufrió heridas y fue trasladado a un hospital de Pamplona, después de que agentes del dispositivo de seguridad trataran de impedir el acceso a la plaza Consistorial de un grupo de personas "con actitud radical y violenta" que se enfrentó a los agentes.
Forcejeo
También dentro del Ayuntamiento se registró un forcejeo entre ediles de Batasuna y UPN, cuando los primeros intentaron sacar una ikurriña al balcón, un incidente que finalizó al expulsar la Policía Municipal de la sala al concejal aberzale Marcos Erro.
El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, quiso "respaldar" con su presencia "a la mayoría democrática del Ayuntamiento", según señaló a Efe. "Creo que ha hecho las cosas francamente bien, ha programado los actos, incluidos los oficiales, conforme al sentir mayoritario de la ciudadanía", apuntó el presidente navarro antes de añadir: "Por lo tanto, a pesar de las tensiones que ha podido generar, la presión que han podido tener por parte de la minoría violenta, creo que han sabido mantener el tipo y he querido estar presente para respaldarles en todas sus decisiones".
La alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, subrayó que las fiestas han comenzado "como se esperaba" y confió en que "la unidad" que, en su opinión, va a haber estos días en Pamplona, sea "un ejemplo". Barcina agregó que Pamplona siempre ha dado ejemplos de saber unirse "en momentos difíciles" a lo que añadió: "Creo que la unidad que vamos a tener todos estas fiestas va a ser un ejemplo, porque se lo merece esta ciudad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de julio de 2002