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Coalición Canaria pide un pacto sobre inmigración entre populares y socialistas

Los nacionalistas canarios, socios del PP desde el primer Gobierno de José María Aznar, aprovecharon un año más el debate sobre el estado de la nación para justificar su acuerdo con los populares y renovar una serie de peticiones de carácter autonómico, aunque este año sumaron un nuevo argumento que se ha transformado en centro del debate de las islas: la inmigración. Su portavoz, José Carlos Mauricio, uno de los pocos oradores, junto a José Luis Rodríguez Zapatero, que no lee su primer discurso -no llevaba ni un solo papel-, pidió al presidente del Gobierno que coja el guante que le lanzó antes el líder del PSOE y firme un pacto para combatir la inmigración clandestina.

"Esto no es un problema sólo policial, esto necesita un gran pacto, y hoy Zapatero se lo ha ofrecido", dijo al final de su discurso. "Pero con ideas claras, sin un día digo una cosa y otro día otra", continuó. Para parar esa "estampida", además del pacto con el PSOE, Mauricio sugirió aumentar la cooperación internacional para que se reduzca esa presión migratoria hacia los países ricos. Y también para que estos países acepten convenios de devolución de inmigrantes irregulares.

Mauricio había comenzado el debate mostrando cuál iba a ser el tono de su discurso: "Vamos a intentar bajar el tono de este acalorado debate", comentó después del rifirrafe entre Aznar e Iñaki Anasagasti (PNV). Y luego enumeró una serie de prioridades que tomadas por sí solas podrían sonar a peticiones. Pero Aznar había enumerado todas esas ideas como propuestas suyas durante la mañana, así que Mauricio se limitó a reiterar la necesidad de impulsar esas reformas, y adelantó el apoyo de los nacionalistas canarios a esas medidas, algo que el presidente agradeció luego.

Beneficios de la UE

En cuanto a las peticiones de carácter autonómico, Mauricio se centró en la necesidad de que las islas accedan a los beneficios de que España esté en la Unión Europea. Por eso pidió integrar a Canarias en la red europea del sistema ferroviario. Y también que Aznar se esfuerce para evitar que los países ricos, como Alemania o Francia, acaben con los fondos de cohesión y especialmente que logren que se acaben los subsidios agrícolas, que son un instrumento básico para el desarrollo de Canarias. En particular, en todo lo que se refiere al plátano. El Gobierno, insistió Mauricio, debe lograr que esos fondos se mantengan al menos hasta el 2010 para evitar que Canarias y otras regiones que tienen el rango de objetivo uno -reciben más ayudas de la UE- no entren en recesión.

Mauricio no llegó en ningún momento a hacer nada parecido a una crítica. Ni siquiera en el asunto que más polémica ha provocado, que es el decretazo que llevó a una huelga general, se mostró crítico. Al contrario, dijo que sus conversaciones con los sindicatos le llevan a concluir que la reanudación de la paz social y de los acuerdos con las centrales "es posible".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de julio de 2002