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El ex general golpista paraguayo Oviedo pone en aprietos a Brasil

Paraguay exige la extradición del militar y lo acusa de apoyar los disturbios desde el exilio

Río de Janeiro

El ex general golpista paraguayo Lino Oviedo, al que las autoridades de su país acusan de organizar las manifestaciones contra el presidente Luis González Macchi, puede ser expulsado de Brasil si se comprueba su implicación. El embajador de este país en Brasilia, Luis González Arias, presentó al Gobierno de Henrique Cardoso pruebas documentales, con grabaciones telefónicas y vídeos, sobre la presunta actividad política ilegal de Oviedo.

El ex general gozaba hasta ahora de una especie de exilio de oro en Brasil, país que no ha querido acceder a las peticiones paraguayas de extradicción. Pero esta situación puede cambiar en breve. Condenado a 10 años de cárcel en Paraguay por una tentativa de golpe de Estado en 1996, Oviedo huyó de su país a Argentina y de ahí, tras la marcha de Carlos Menem, que le había dado protección, entró ilegalmente en Brasil. En este país se encuentra exiliado también el ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner.

Aunque la policía brasileña intentó en un principio implicar a Oviedo en asuntos de narcotráfico para justificar su expulsión, el Tribunal Supremo Federal de Brasil rechazó la extradición alegando que se trataba de una persecución política. El tribunal dejó libre a Oviedo con la condición de no ejercer actividad alguna en asuntos relacionados con su país. Desde entonces, Oviedo se ha movido libremente por todo el territorio brasileño, hospedándose con frecuencia en Brasilia en la casa de su primo Roque Sraiva, un empresario local. Pero es público y notorio que el ex militar no dejaba pasar ocasión alguna para conspirar contra el presidente Macchi.

Oviedo estaba en trámites administrativos para obtener la residencia permanente en Brasil alegando que quería dedicarse a una investigación sobre los peces autóctonos en colaboración con una universidad. Pero el diario O Globo publicó el martes las imágenes de un vídeo, al parecer filtrado por la Embajada de Paraguay en Brasilia, en las que el ex general golpista aparece arengando a cientos de campesinos traídos desde Paraguay a la frontera con Brasil.

"Vamos a vencer"

En su discurso acusa de corrupción a Macchi y desvela algunas de sus intenciones: "Paraguay no tiene un Gobierno del pueblo y está sometido al Gobierno". "Vamos a hacer una revolución social, política y diplomática". "Llevo 18 meses en Brasil. Y no ha sido tiempo perdido. Porque querer es poder". En una conversación telefónica con un periodista, que se hizo pasar por un campesino fiel al ex general, Oviedo fue aún más lejos: "Vamos a vencer porque ellos están ya cansados y nosotros somos mayoría".

Con estas pruebas, el Gobierno paraguayo ha vuelto a solicitar la extradicción. El presidente Macchi telefoneó a su homólogo brasileño Cardoso para explicarle la situación paraguaya y el peligro que representa un Lino Oviedo libre tramando contra el Gobierno elegido en las urnas. El Ministerio de Justicia brasileño convocó anoche a Oviedo para escuchar su versión. Al término del encuentro, este departamento negó a Paraguay la expulsión del militar. Un funcionario aseguró que aún no se ha encontrado el mecanismo jurídico que haga viable la expulsión del golpista. Sin embargo, el Ministerio de Justicia brasileño advirtió a Oviedo que, si vuelve a realizar cualquier declaración que pueda poner en peligro la estabilidad de Paraguay, entonces sí será expulsado.

Oviedo tuvo que explicar su supuesta implicación en las manifestaciones y el contenido de las grabaciones en las que aparece implicado en acciones políticas de oposición desde este país, algo que está prohibido por la sentencia del Supremo. Oviedo había anunciado en la tarde de ayer que acudirá a la cita y negó, a través de su primo y secretario Dráulio Rasera, cualquier relación con las protestas populares que reclaman en varias ciudades de Paraguay la renuncia del presidente Luis González Macchi.

Todo eso será "bien aclarado" ante las autoridades brasileñas, agregó el primo del ex general. El ministro de Justicia brasileño, Paulo de Tarso Ribeiro, había asegurado, por su parte, que en el caso de confirmarse las acusaciones contra el militar paraguayo, el Gobierno brasileño podría ordenar la expulsión del ex general.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de julio de 2002