El acuerdo alcanzado ayer para la solución del conflicto de la isla Perejil fue presentado por el Gobierno marroquí como un éxito de las gestiones entre el rey Mohamed VI y la diplomacia de EE UU, y, en especial, de los "loables buenos oficios" del secretario de Estado de este país, Colin Powell. El Ejecutivo marroquí no utiliza la palabra acuerdo, y mucho menos con España; expone la noticia positiva para sus intereses -que España se retira del islote-, y sólo anuncia la cita entre España y Marruecos mañana en Rabat.
Las juventudes del Istiqlal tenían previsto para hoy una marcha hacia Perejil
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Esta línea de evitar cualquier referencia a España como partícipe en la elaboración del acuerdo fue seguida también anoche por la tevisión estatal marroquí, que confirmó la noticia citando en todo momento al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, quien ha sido, según su versión , el verdadero artífice de la "retirada" de las fuerzas españolas "del islote marroquí llamado Leila". El comunicado sólo anuncia la reunión de mañana en Rabat entre los responsables de Exteriores marroquí y español, sin dar detalles sobre su contenido o agenda.
En cualquier caso, Marruecos parece haberse recuperado de su aislamiento internacional tras la intervención militar española en la isla Perejil, en aguas próximas a Ceuta, el pasado 17 de julio, antes de buscar una salida diplomática a la crisis. El rey Mohamed VI ha hablado al menos en dos ocasiones con el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, como mediador con España, mientras el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, intenta defender en Europa los argumentos del país magrebí. Benaissa insistía todavía en la mañana de ayer en que Rabat no iba a entablar negociaciones con Madrid mientras no se retirasen las tropas españolas del disputado islote.
El discurso del jefe de la diplomacia marroquí a lo largo de la crisis sobre Perejil ha mantenido como eje central la inmediata salida de España de ese islote, pero también es rico en matices en función de cada interlocutor, sea europeo o árabe. Así, mientras a la Cadena SER le garantizaba el pasado jueves en una entrevista grabada que Marruecos no volverá a desplegar tropas en el islote tras la retirada española, en declaraciones publicadas ayer por el diario Al Ahdat al Magrebía, desmentía que su país se hubiese comprometido a ello. "Esas declaraciones han sido sacadas de contexto", ya que, según afirmó en el diario marroquí, ese compromiso sólo estaba vigente antes de que las tropas españolas intervinieran el pasado miércoles en la isla Perejil. "Los medios españoles intoxican", aseguraba el ministro.
En la misma línea, Benaissa advertía ayer en el canal de televisión árabe Al Yazira de que Madrid y Rabat deben negociar para "solucionar todas las cuestiones pendientes". Benaissa sostuvo además que "la presencia militar española en el Mediterráneo frente a las costas marroquíes tiene que desaparecer".
El ministro de Exteriores marroquí ha visto en los últimos días cómo su país recibía en bloque el respaldo de la Liga Árabe y de los países del Golfo, encabezados por Arabia Saudí, con la única fisura de Argelia.
El fin de semana está discurriendo con absoluta normalidad en Marruecos, sin manifestaciones de protesta contra el "colonialismo español". La celebración de la marcha convocada para hoy por las juventudes del Partido Istiqlal (nacionalista) y del Partido del Progreso y el Socialismo (ex comunista) se encontraba anoche en el aire, a raíz del acuerdo anunciado por España y Marruecos. Una caravana de vehículos tenía previsto recorrer el país magrebí desde Rabat hasta Tetuán, y de allí hasta la costa situada frente a Perejil, para reclamar la salida de "las fuerzas de ocupación españolas".
Las voces críticas a la actuación del Gobierno se han seguido extendiendo en la prensa marroquí. El semanario independiente Le Journal arremetía ayer contra la falta de preparación de la operación en la isla Leila. "La situación de Marruecos es preocupante por falta de credibilidad y seguridad de quienes dirigen el país". El semanario Tel Quel, también critica el "carácter imprevisible" de la operación marroquí en "una isla de status confuso".
Durante el conflicto del islote, las invectivas de la prensa marroquí, en la que prima abiertamente la opinión, dejan a salvo la figura del rey Juan Carlos para concentrar todo el peso de las criticas en un demonizado José María Aznar. "Aznar se quita la máscara", afirma el perfil del presidente español publicado por Maroc Ouest, que le describe como "un hombre ávido de poder, que recurre a todos los medios, incluidos los más violentos, para alcanzar sus objetivos". Le califican como "frío, calculador, impasible, introvertido".
Maroc Hebdo lleva esta semana a su primera página un montaje con el rostro de Aznar sobre el cuerpo de un culturista en taparrabos frente a la isla, con este texto. "El pequeño caudillo exhibe sus fuerzas. La Armada Invencible española desaloja a seis gendarmes de un islote".
'Gracias a los contactos del rey'
En un escueto comunicado de ocho líneas, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí anunció anoche la retirada de las tropas españolas del islote Leila (el nombre que se da en el país a isla Perejil) sin mencionar en ningún momento el término 'acuerdo'. Todo el mérito de la salida de las fuerzas españolas se atribuye al rey Mohamed VI, al tiempo que se destacan los 'buenos oficios' del secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell. El comunicado, distribuido por la agencia de noticias estatal MAP cerca de las ocho de la tarde, hora local (las 22.00, hora peninsular española), se limita a anunciar la reunión que mantendrán mañana los ministros de Exteriores de Marruecos y de España en Rabat, sin dar cuenta de la agenda del encuentro. Éste es el texto íntegro del comunicado del portavoz oficial del Ministerio de Exteriores marroquí: 'El Gobierno español ha retirado sus fuerzas del islote marroquí llamado Leila, gracias a los contactos coronados por el éxito emprendidos por su majestad el rey Mohamed VI, a quien Dios le asista, con la Administración estadounidense. Gracias a los loables buenos oficios emprendidos por el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, los ministros marroquí y español de Asuntos Exteriores se reunirán el lunes 22 de julio por la mañana en Rabat'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de julio de 2002