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133 presos se han suicidado en las cárceles españolas en los últimos seis años

Más de mil agresiones a funcionarios de prisiones, 133 suicidios de internos, más de 6.000 agresiones entre reclusos, 232 evasiones intentadas y 32 consumadas y casi 600 presos autolesionados son algunos de los incidentes más graves registrados en los centros penitenciarios españoles en los últimos seis años.

Los datos del Gobierno, ofrecidos en una respuesta parlamentaria al diputado socialista José Quintana, dicen que entre 1996 y 2001 se produjeron también 19 muertes violentas, 1.008 amenazas y coacciones a funcionarios, 2.716 presos realizaron huelgas de hambre o sed -la mayoría de grupos terroristas- y otros 672 causaron daños en las instalaciones.

Respecto a las 1.072 agresiones a funcionarios de prisiones en el citado periodo, 1.045 fueron leves y 27 graves o muy graves, y en cuanto a las 6.234 contabilizadas entre reclusos, 5.882 fueron de carácter leve y 352 graves.

Los centros penitenciarios españoles albergaban, a 26 de julio pasado, a un total de 50.846 reclusos, según datos facilitados por Instituciones Penitenciarias. El sindicato de prisiones Acaip elaboró el pasado mes de junio un informe en el que sostenía que actualmente "se vive el momento más crítico de las prisiones españolas en los últimos 25 años", ya que los medios materiales y humanos son "insuficientes" para una población reclusa que en los últimos 18 meses ha crecido en unas 6.000 personas, lo que supone un aumento del 13,07 %.

Cuatro secuestros

En el mismo periodo, entre 1996 y 2001 se registraron cuatro secuestros o retenciones de funcionarios de centros penitenciarios, dos de ellos en 1996 y los otros dos en 1999, según los citados datos gubernamentales.

Por otro lado, la Generalitat de Cataluña, que tiene transferida la competencia sobre prisiones, empezará a construir un nuevo centro penitenciario en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), según explicó ayer el consejero de Justicia, Josep Guardia. Guardia aseguró a Catalunya Ràdio que las obras del primero de los tres nuevos centros previstos comenzarán en el año 2003.

En mayo del 2001 se alcanzó un acuerdo para que las viejas prisiones de Barcelona cerrarán sus puertas definitivamente en cuatro años y para que se abrieran seis nuevos centros penitenciarios en la ciudad y sus alrededores. La construcción de estas cárceles tiene un coste de 120 millones de euros.

La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona firmaron entonces un convenio de sustitución de equipamientos penitenciarios que recoge estos proyectos, así como el uso para fines públicos de los solares que ahora ocupan las cárceles Modelo, Wad-Ras y Trinitat. Guardia explicó que a principios de 2003, en una finca adyacente a la prisión de Can Brians, se construirá este nuevo centro penitenciario.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de agosto de 2002