El ministro de Defensa, Federico Trillo, aprovechó ayer su anual invitación a michirones (habas cocinadas al estilo murciano) en Cabo de Palos (Murcia) para aludir sin reparos al caso del subteniente condenado a dos meses y dos días de arresto y que por la mañana, en la Cadena SER, se había referido a la "moralidad" del ministro, al que calificó de "señor feudal". Trillo replicó aludiendo a las "retiradas faltas de disciplina" del subteniente. Ésta es su respuesta íntegra:
"No tenía ni idea de que este señor se dedicaba a faltar al respeto a sus mandos, a faltar al respeto y a la intimidad de su ministro que protege la Constitución. Me parece que da una idea de lo que este hombre está equivocadamente haciendo.
Ya he aclarado en otra ocasión, y no voy a detenerme más sobre este tema, que la sanción de este señor nada tiene que ver con el uso de residencias militares por matrimonio o parejas de hecho. Eso es algo que se produce con toda normalidad. Con absoluta normalidad.
Nadie ha sido no sólo limitado y menos aún sancionado por utilizar las residencias militares como le parezca conveniente. Las sanciones que se les han puesto a este señor, que está tratando de confundir con este tipo de acciones, se derivan estrictamente de sus faltas reiteradas de disciplina que han conocido los tribunales y por tanto tienen que ejecutarse.
Yo rogaría a la opinión pública sensata que no se deje confundir por ese tipo de manifestaciones porque estamos en un Estado de derecho y en nada tiene que ver con la realidad el que las sanciones se le hayan impuesto por algún tipo de conducta relacionada con sus relaciones afectivas, sino estrictamente por sus reiteradas indisciplinas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de agosto de 2002