La explosión de un coche, aparcado en el recinto de una ONG dedicada a la reconstrucción de viviendas en Jalalabad (este de Afganistán), causó ayer al menos 26 muertos y unos 80 heridos, según fuentes oficiales afganas. Un portavoz del Ministerio de Defensa aseguró que no estaba claro si la explosión fue causada por un coche bomba o por la detonación accidental de material utilizado para la construcción de carreteras. 'Se trata sin duda de un atentado', aseguró el comandante afgano Hazrat Ali. Una portavoz militar de EE UU también señaló que se trataba de un ataque.
MÁS INFORMACIÓN
- Contexto:: Cronología de la historia reciente de Afganistán
- LOS REFUGIADOS VUELVEN A CASA
- Tres enfermeras mueren en el segundo ataque en una semana contra centros cristianos en Pakistán
- La explosión de un arsenal causa 32 muertos en Afganistán
- La encrucijada de Asia central
- La CIA y la guerra afgana
- Ascienden a 30 las víctimas mortales de la explosión de Jalalabad
- El presidente afgano Karzai sale ileso de un intento de atentado
- Detenido el jefe de la seguridad de Kandahar por su presunta relación con el atentado contra Karzai
- Claves:: Afganistán
'Se trata de un atentado con coche bomba contra la presa de Darunta ', explicó Ali, quien aseguró estar '100% seguro de que no ha sido un accidente'. 'Es, sin duda, el trabajo de terroristas y de enemigos de Afganistán', añadió, tras indicar que todavía se podían ver restos de cables y de detonadores en el interior del almacén de la agencia de reconstrucción.
El portavoz de Defensa insistió, sin embargo, en que 'hay dos especulaciones: una, que el material explosivo perteneciese a la oficina de reconstrucción, y una segunda, que los explosivos estuviesen colocados en un camión y que fueran activados por control remoto', e indicó que la mayoría de las víctimas son habitantes del barrio en el que está situada la oficina de reconstrucción y que al menos 40 casas situadas en las inmediaciones de la oficina de la Unidad de Logística y Reconstrucción Afgana (ACLU, por sus siglas en inglés) resultaron seriamente dañadas. La sede de la ACLU ardía en llamas dos horas después de la explosión debido a la magnitud del estallido.
Tina Kroske, portavoz militar estadounidense de la base aérea de Bagram, al norte de Kabul, aseguró por su parte que, según sus primeras informaciones provenientes de Jalalabad, un camión bomba fue el causante de la explosión y que todas las víctimas eran ciudadanos afganos.
A primera hora de la noche de ayer, 20 cuerpos habían sido rescatados de entre los escombros, aunque se teme que el número de muertos ascienda a medida que avancen los trabajos de socorro. Según el gobernador de Jalalabad, Mohamed Asif Qazizada, al menos 40 personas habrían muerto en la explosión. Los heridos fueron trasladados a varios hospitales de Jalalabad, a unos 120 kilómetros de Kabul.
Jalalabad, ciudad próxima a la frontera con Pakistán, fue el feudo del vicepresidente del Gobierno de transición, Haji Qadir, muerto en un atentado cometido por unos desconocidos en Kabul el pasado 6 de julio. Desde entonces, el Gobierno afgano se encuentra en estado de alerta ante posibles ataques de la red terrorista de Al Qaeda o de los talibanes. El pasado abril, el ministro de Defensa, Mohamed Qasim Fahim, sobrevivió a un atentado, también en en Jalalabad.
El jueves pasado, un portavoz militar estadounidense aseguró que las fuerzas de Al Qaeda podían haber lanzado una nueva ofensiva militar en Afganistán. Sin embargo, el presidente afgano, Hamid Karzai, declaró recientemente que el grupo terrorista liderado por Osama Bin Laden había dejado de ser 'una amenaza'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de agosto de 2002