La cifra de muertos en la explosión ocurrida ayer en Jalalabad, al este de Afganistán, asciende ya a 30, según un nuevo balance hecho público esta mañana y que mantiene aún la duda de si se trató de un atentado o un accidente.
El general Haji Musa, comandante local presente en el lugar de la explosión, ha declarado que el balnce provisional asciende a 30 muertos y a 90 heridos, de los que 54 permanecen aún hospitalizados. Musa, no obstante, ha descartado la posibilidad de un accidente.
"Algo así no puede ser un accidente", ha sentenciado. "Los coches privados no tenían autorización para entrar en el recinto, por lo que pensamos que los explosivos se encontraban en el interior del edificio", ha añadido.
Arsenal de explosivos
Por el contrario, un responsable de la Policía Local subrayó que la organización no gubernamental ACLU (Afghan Construction and Logistics Unit), a la que pertenecía el almacen, ha asegurado que en el interior del inmueble se encontraba almacenado un importante arsenal de explosivos.
El general Abdul Saffa Mohamed, adjunto al director para la seguridad de la provincia de Nangarhar ha apuntado que un responsable de ACLU fue detenido ayer por la tarde para ser interrogado, y ha confirmado que en el almacen había explosivos que se destinaban a la voladura controlada de rocas. "Es demasiado pronto todavía para decir si hubo un fallo en los procedimientos de seguridad o si uno de los empleados está implicado", ha declarado el general.