Las calles de la capital escocesa se llenan en agosto de público y artistas.
EDIMBURGO SE LLENA DE TITIRITEROS Y MÚSICOS
Afortunadamente, sabemos convivir con la lluvia', decía ayer un escocés en la cola de los taxis del aeropuerto de Edimburgo. Españoles, alemanes, japoneses ponían cara de circunstancias, como si hubieran esperado el milagro de un sol que saliera a agradecerles la visita. Pero no importa. Dentro de un rato, nada más dejar las cosas en el hotel, siga lloviendo o no, volverán todos a verse las caras en las repletas calles de la Old Town.