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Un joven apuñala y calcina a un hombre y causa graves heridas a la esposa

La mujer de la víctima, embarazada de seis meses, perdió al bebé a causa de la agresión

Un joven de 24 años acabó ayer con la vida de un hombre de 45, al que asestó varias puñaladas y posteriormente prendió fuego con gasolina, y dejó malherida a la esposa de éste, de 39 años y embarazada de seis meses, en Pulianas, un pueblo situado a seis kilómetros de Granada. El homicida se entregó minutos después en una comisaría de policía de la ciudad con el hijo de sus víctimas, de dos años, en brazos. La mujer, que debido a los golpes que recibió durante la agresión perdió el bebé que esperaba, se encuentra en estado grave en un hospital granadino.

Los hechos ocurrieron en torno a las 8.40 horas en una vivienda en construcción a dos kilómetros de Pulianas, en la que el homicida, cuya identidad no ha trascendido, y de origen marroquí al igual que sus víctimas, trabajaba como encargado y que compartía con el matrimonio desde hacía aproximadamente un mes. Por causas que ni la Guardia Civil, que se encargó del caso, ni el juzgado de guardia que ha iniciado la instrucción quisieron apuntar, el joven atacó a la pareja de manera muy violenta en el transcurso de una discusión. Primero acuchilló al marido, M. A., al que luego prendió fuego con gasolina, y luego la emprendió a golpes con la esposa, a la que también hirió con un arma blanca.

El cadáver del hombre asesinado, que estaba completamente carbonizado, presentaba, según fuentes del 061 que se desplazaron hasta el lugar del crimen, evidentes signos de violencia, aunque en un principio no se pudo determinar si tenía heridas por arma blanca debido al estado en que quedó el cadáver. El cuerpo fue trasladado poco antes de mediodía hasta el Instituto Anatómico Forense de Granada para que se le practicase la autopsia.

La mujer, A. K., a la que el agresor había dado por muerta, había sufrido, por su parte, múltiples heridas inciso-contusas y contusiones en el cráneo, tronco y extremidades, según el parte médico del Hospital de Traumatología de Granada, en cuya UCI fue ingresada. El parte informó también de un traumatismo abdominal. En la exploración ecográfica no se detectaron ni latido cardíaco ni movimientos fetales en el bebé, señal de que murió a causa de los golpes.

Muy amigos

La noticia conmocionó a Pulianas, un pueblo de unos 4.000 habitantes muy próximo a Granada, en donde el agresor y sus víctimas estaban considerados como "muy amigos entre sí". Vecinos de la localidad definieron al presunto homicida como una persona "muy correcta y amable", que nunca había causado problema alguno. "Al vivir en una casa aislada, a varios kilómetros del pueblo", señalaron agentes de la Policía Local, "no era tampoco muy conocido". "Tan sólo de vez en cuando bajaba a Pulianas a tomarse un refresco", añadieron. El joven llevaba un año viviendo en la zona y tenía a su cargo una casa en construcción a las afueras, propiedad de un particular.

El matrimonio marroquí llegó con su hijo de dos años hace aproximadamente un mes al pueblo. El ahora presunto homicida y sus víctimas paseaban juntos por la localidad de vez en cuando, sin que se apreciara ningún signo de anormalidad en sus relaciones. Fuentes de la investigación citadas por Efe, señalaron que la mujer herida, en su traslado en la ambulancia, comentó que el agresor recriminaba a su marido que trabajase en días que el Islam consagra al descanso.

El único dato que dejó ayer traslucir la Guardia Civil es que el crimen no tuvo su origen en celos ni en ningún tipo de relación sentimental. Algunos testigos afirmaron que, tras el ataque, el joven apareció por el centro del pueblo con el hijo del matrimonio a hombros y sin mostrar ninguna evidencia de lo que había sucedido. Luego, se marchó hasta una comisaría de la policía en Granada, en donde declaró que acababa de matar a la pareja. Los agentes decidieron entonces trasladarlo a la comandancia de la Guardia Civil, en cuya jurisdicción se encuentra Pulianas. La delegación de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía se hizo cargo ayer del menor.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de septiembre de 2002