La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, considera que existe 'la certeza de que Irak está en un programa de armas de destrucción masiva que representa un peligro para todos nosotros', y aboga por concentrarse en la presión diplomática antes de pasar al uso de la fuerza. En una entrevista con la Agencia Efe, Palacio dijo que España comparte con EE UU y el Reino Unido la preocupación por Irak, pero precisó que el Gobierno 'insiste en que hay recorrido de presión diplomática' para 'que vuelvan los inspectores', analicen in situ y resuelvan en el marco de la ONU.
'No olvidemos que Irak está incumpliendo una resolución de la ONU que le vincula y en estos momentos lo que está dando es la sensación de querer ganar tiempo, y eso no da tranquilidad, da preocupación', agregó.
Ana Palacio dijo que 'la crisis de Irak está muy relacionada con la lucha contra el terrorismo', pero avanzó que España no comparte el planteamiento del vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, en el sentido de que las actuaciones contra Irak persiguen acabar con el régimen de Sadam Husein. El Gobierno está preocupado por la existencia de armas de destrucción masiva en Irak porque 'representan un peligro real', según Palacio, quien reconoció que 'debemos concentrarnos en la presión diplomática entendiendo que la fuerza es el último recurso'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de septiembre de 2002