José María Aznar, en su primer viaje al País Vasco tras la apertura del proceso de ilegalización de Batasuna y la proclamación soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe, acusó al Gobierno nacionalista de "traición a la causa democrática" y de "poner rumbo a los Balcanes", con lo que "sabemos que esto significa". Con un Palacio Euskalduna repleto de militantes del PP que asistían a la clausura de su congreso vasco y en medio de fuertes medidas de seguridad, Aznar se comprometió a defender el Estatuto con la ley en la mano y a no adoptar medidas extraordinarias frente al "despropósito nacionalista".
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Los principales dirigentes del PP vasco, Jaime Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz, lograron la asistencia a la clausura de su congreso de representantes de los principales estamentos con los que tratan de responder al reto soberanista de Ibarretxe: el presidente de la patronal vasca Confebask, Román Knörr; los dirigentes de los movimentos sociales contra el terrorismo Vidal de Nicolás, del Foro Ermua, y Carlos Martínez Gorriarán, de ¡Basta Ya!, y los dirigentes del Partido Socialista de Euskadi Víctor García e Isabel Celaa. Todos fueron aplaudidos calurosamente, si bien la ovación de gala fue para la delegación socialista.
El presidente de Confebask, en una breve intervención, pidió al PP que siga trabajando "al servicio de Euskadi y su pluralidad", y reclamó la solidaridad para las víctimas del terrorismo en "estos momentos tan difíciles".
El discurso de clausura de Aznar fue monográfico, se centró en advertir sobre los riesgos que para la sociedad vasca tiene la propuesta soberanista de Ibarretxe y en animar a la militancia popular vasca a la resistencia frente al desafío del terrorismo y de la "exclusión nacionalista". "Lo pasamos mal, corremos riesgos, pero nuestra labor merece la pena", dijo a los militantes del PP. Y ofreció cuatro argumentos para mantener una "resistencia con esperanza": la sociedad vasca es cada vez más plural y menos nacionalista, las víctimas están "mucho más presentes" que en el pasado, hay "mayor conciencia contra la exclusión nacionalista" y "el Estado de derecho está más vigente que antes".
Aznar moduló su crítica al PNV al precisar: "No nos enfrentamos al sentimiento independentista ni a los sectores nacionalistas que respetan las reglas del juego del Estatuto, que son la mayoría". "Nos enfrentamos", añadió, "a la traición a la causa democrática, a quienes han roto el pacto de convivencia, que es el Estatuto; a quienes buscan imponer su proyecto absolutamente inaceptable a todos los vascos y han puesto rumbo a los Balcanes", dijo en alusión a la propuesta soberanista de Ibarretxe. Insistió en que la situación es aún más "grave" si se tiene en cuenta que Ibarretxe quiere llegar "a la ruptura y, además, con la banda terrorista matando".
Trató de reafirmar su argumento con una apelación a la memoria histórica al señalar que la dirección del PNV ha rememorado el síndrome de Santoña (la rendición unilateral del nacionalismo vasco ante los italianos tras la entrada de las tropas de Franco en Bilbao, en 1937, con lo que una parte del Ejército del Norte dejó desasistida a la República). "Vuelve la capacidad [del PNV] para traicionar las causas que dice defender. Eso que ya pasó, vuelve a suceder", dijo Aznar.
El presidente del Gobierno terminó apelando a la militancia del PP vasco a defender el Estatuto, a la movilización contra la "exclusión nacionalista", y garantizó su respaldo desde el Estado de derecho. "No vamos a tolerar la ruptura ni tampoco vamos a cometer ningún error que eche por tierra el patrimonio democrático del País Vasco", afirmó en alusión a la suspensión del Estatuto.
Atutxa convoca a la ministra de Exteriores
José María Aznar reveló en su intervención que la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ha sido citada a comparecer en el Parlamento vasco para explicar las tareas de la Convención sobre el futuro de Europa. Ha sido llamada mediante una carta enviada por el presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, el pasado 17 de septiembre, y fija la comparecencia para el 25 de noviembre. '¿Cómo es posible? Para no creérselo', dijo Aznar. Lo citó en el capítulo de 'despropósitos' del PNV, entre los que señaló la alusión de Arzalluz, el pasado domingo en Vitoria, a 'incumplir la ley si nos conviene', a su exigencia al Estado de que asuma el plan del lehendakari si 'quiere salvar la unidad de España' y a la decisión de 'asumir unilateralmente competencias y deducir su importe del Cupo a pagar al Estado'. 'Si no fuera tan dramático, sería tan de sainete, que daría risa', agregó. El presidente de la Diputación de Álava, Ramón Rabanera, volvió a advertir que ese territorio no estará en el intento de 'secesión' de Ibarretxe, lo que fue acogido con grandes aplausos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de octubre de 2002