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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Ibarretxe insta a defender la libre asociación con el Estado en 'familias, empresas y pueblos'

El 'lehendakari' y Arzalluz se contradicen sobre si el proyecto debe decidirse sin terrorismo

Juan José Ibarretxe abrió ayer la campaña de popularización de su propuesta soberanista con un mitin en Bilbao en el que ofreció a los casi 6.000 asistentes el argumentario para propagarla y defenderla en 'familias, empresas y pueblos'. Ibarretxe no planteó novedades; si acaso, destacó el que no pronunciase en ningún momento las palabras 'consulta' ni 'referéndum' y que explicitara que 'moral y éticamente' cree necesario que se tome 'la decisión' con 'absoluta' falta de violencia, contradiciendo el convencimiento opuesto reiterado ayer mismo por Xabier Arzalluz.

Ibarretxe entró en el abarrotado pabellón de La Casilla precediendo a su Gobierno en pleno, en medio de un aplauso largo y atronador. Fue el único orador de un acto de cuidada escenografía en el que se evitó la habitual proliferación de ikurriñas. Del carácter didáctico que quiso dar al mitin da idea el hecho de que sus principales razonamientos fuesen apareciendo sobreimpresionados en una pantalla gigante, que los iba alternando con la propia imagen del presidente.

El lehendakari se esforzó por dar a los asistentes, en su mayoría personas de edad, argumentos sencillos con que defender su propuesta de libre adhesión al Estado, que conectó con la historia vasca. Afirmó que tal era el estatus antes de la derogación de los Fueros en 1839, a los que definió como "la auténtica Constitución del pueblo vasco". Fue enumerando a sus partidarios 10 razones, ya conocidas, para que las usen en el debate al que instó a cada uno de ellos. "En vuestras familias, en vuestras empresas y en vuestros pueblos", recalcó.

Fue al hablar del carácter legítimo y democrático de la propuesta cuando sostuvo: "Como lehendakari y como persona, considero ética y moralmente necesario que la decisión la tomemos en un espacio de absoluta falta de violencia". Por lo demás, Ibarretxe siguió dando por hecho que no existen alternativas a su idea y dijo que sobran "las mentiras y descalificaciones" sobre su plan. "Quien me insulta hace más grande y más creíble la propuesta", recalcó.

"Expulsar a ETA"

En relación con el terrorismo, por dos veces dijo "ETA kanpora" (ETA fuera) y reiteró que su plan persigue "expulsar" a la banda terrorista de las "vidas" de los ciudadanos. Los argumentos que proporcionó a los asistentes hicieron referencia a la "relación amable" con España que persigue, a su oportunidad, legitimidad democrática, modernidad y homologabilidad en Europa y a su condición de proyecto "para una generación" que no busca la aventura, sino la estabilidad y el bienestar y que servirá para "construir la paz" y no tener "más víctimas ni más extorsión".

Horas antes, el presidente peneuvista, Xabier Arzalluz, aseguraba en una entrevista con Catalunya Ràdio que la consulta popular que plantea Ibarretxe no tiene por qué ser necesariamente un referéndum, sino que cabría la posibilidad de disolver el Parlamento de Vitoria y convocar nuevas elecciones "como una moción de confianza" para "conocer lo que dice el pueblo vasco directamente". "No sé qué pueda pensar Ibarretxe" al respecto, reconoció el máximo dirigente del PNV.

Pese a la afirmación del lehendakari sobre la "absoluta falta de violencia", Arzalluz insistía por la mañana en su ya expresada tesis de que esa posible consulta sería compatible con la persistencia del terrorismo. "En este país siempre se ha votado con violencia, y se ha hecho con los referendos de la Constitución y del Estatuto", sostuvo.

El presidente peneuvista, quien recalcó que "Ibarretxe no habla en ningún momento de un Estado, no está hablando de un Estado asociado como Puerto Rico, en plan bananero", restó importancia al rechazo que los planteamientos del lehendakari han suscitado tanto en la Comisión Europea como entre los empresarios vascos. De estos últimos dijo que no son tan críticos con el plan soberanista como se ha dicho "desde Madrid" y que el presidente de la patronal Confebask, Román Knörr, contra el que Arzalluz arremetió con dureza el pasado día 14, "sólo transmitió [tras la reunión de una delegación de las patronales con Ibarretxe] la opinión de una parte de los empresarios". Con todo, el dirigente nacionalista apostilló: "No quiero, de todos modos, que se rompa la patronal. Quien quiere esto son los del PP, que pretenden separar la patronal alavesa de las otras".

Tras reiterar que "Ibarretxe no pretende imponer nada", Arzalluz sostuvo que "si aquí tiene lugar un debate serio como el que propone Ibarretxe, ETA cada vez quedará más desplazada".

Arzalluz aprovechó la ocasión para arremeter contra el presidente del Gobierno central, José María Aznar, al que tildó de "marmolillo con una cerrazón absoluta", y contra los más de 100.000 manifestantes -cifra que puso en duda- que marcharon en San Sebastián el pasado día 19 contra el "nacionalismo obligatorio".

[El presidente del Gobierno, José María Aznar, considera que "lo más congruente" que podría hacer Ibarretxe con su plan soberanista sería retirarlo tras haber cosechado el rechazo de la mayoría de la sociedad. Aznar hizo estas declaraciones en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas, informa Sandro Pozzi. "No sólo es una propuesta sin sentido y que no va a ninguna parte, sino que ha cosechado un rechazo especialmente notable", añadió. Aznar advirtió además al lehendakari de que "el populismo plebiscitario al margen del funcionamiento normal de las reglas del juego es muy poco recomendable"].

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de octubre de 2002