Las cosas se complican en la ONU. Francia y Rusia presentaron ayer dos propuestas alternativas a la resolución estadounidense sobre Irak, criticando el lenguaje excesivamente bélico de Washington. Estados Unidos, que espera tener el texto aprobado la próxima semana, ha decidido ejercer la máxima presión sobre todos los miembros del Consejo de Seguridad.
París y Moscú han criticado a George W. Bush, por trufar su propuesta de fórmulas que podrían justificar un ataque. Los nuevos textos suavizan el mecanismo automático de represalias si Irak incumple las resoluciones. Reunidos ayer, los 15 miembros del Consejo trataban de encontrar un lenguaje común, párrafo por párrafo. Si Washington no consigue poner de acuerdo a los cinco permanentes, podría optar por forzar una votación. Le basta con sumar nueve votos. Las presiones de los últimos días le han garantizado mayor apoyo entre los 10 no permanentes. Se baraja que países como Bulgaria, Singapur, Noruega y Colombia aprobarían el texto estadounidense. Bush tratará de conseguir el voto de México cuando se reúna hoy con el presidente mexicano, Vicente Fox. Faltan los países africanos, (Guinea, Camerún y Mauricio) e Irlanda, todavía indecisa. Siria, el único representante árabe, debería votar en contra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de octubre de 2002