Estados Unidos se propone pedir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que proceda a votar este próximo viernes su propuesta de resolución sobre Irak, según ha declarado el embajador estadounidense en la ONU, John Negroponte, al término de las deliberaciones a puerta cerrada en el Consejo de Seguridad.
"Nuestra intención es que el borrador sea votado este viernes", ha comentado a los periodistas tras dos horas de consultas en el Consejo. Tanto Negroponte, como el coproponente de la resolución, el embajador británico Jeremy Greenstock, han afirmado que las consultas proseguirán mañana.
El borrador revisado sobre Irak es el tercero que presenta EE UU después de que los dos anteriores no lograsen mayoría por parte del Consejo de Seguridad, tras más de siete semanas de negociaciones.
Washington quiere que el Consejo autorice una intervención militar automática en Irak si ese país no cumple con las resoluciones de desarme de la ONU. EE UU se ha encontrado en el Consejo con el rechazo de Francia, Rusia, China, México, Irlanda y Siria, países que no quieren que haya un automatismo entre el incumplimiento y la intervención.
La autoridad del Consejo
Esos países intentan preservar así la autoridad del Consejo de Seguridad, ya que temen que sea el presidente de EE UU, George W. Bush, el que decida cuándo Irak ha incumplido y aproveche cualquier excusa para lanzar la campaña militar.
Aunque se desconocen los cambios del nuevo proyecto, casi nadie cree que Washington abandonará su posición, por lo que todos los diplomáticos en las Naciones Unidas conjeturaban ayer con la presentación de un texto ambiguo que deje abiertas todas las posibilidades.
De ser así, la incógnita ahora es saber si Francia, Rusia o los otros miembros del Consejo de Seguridad que les respaldan han aceptado las posiciones estadounidenes o si mantendrán las suyas. La aprobación de una resolución requiere al menos nueve votos a favor de los 15 que integran el Consejo de Seguridad de la ONU. Además exige que ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo -Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China- voten en contra de la resolución, ya que supondría un veto.