La batalla disputada en los 14 Estados del país donde la elección no se había resuelto en el primer turno estaba siendo muy reñida en la madrugada de hoy. En algunos de ellos los resultados, con la mitad de las urnas escrutadas, la diferencia de votos era mínima entre los contrincantes por lo que aún podría mudar con el resultado final.
Las previsiones del Partido de los Trabajadores (PT) del candidato vencedor en las presidencias Luiz Inácio Lula da Silva resultaron mejores de lo que habían dado los sondeos. El PT disputaba la elección en ocho de los Estados: São Paulo, Ceará, Pará, Matogrosso del Sur, Río Grande del Sur, Distrito Federal de Brasilia, Sergipe y Amapá. Se preveía que podría ganar sólo en Matogrosso del Sur, pero anoche estaba ganando también en el importante Estado de la capital en Brasilia y rondaba los votos de su contrincante en Ceará.
En los otros Estados: São Paulo, Río Grande del Sur, Pará, Sergipe y Amapá acabó perdiendo, según habían anunciado las encuestas. El Partido Socialista Democrático de Brasil (PSDB) del candidato perdedor José Serra ganó tres estados: Rondonia, Pará y la importante São Paulo, mientras estaba muy equilibrada en Ceará donde disputaba las elecciones con el PT de Lula y en Rondonia donde el candidato de Serra estaba con el 50% de los votos.
El poder en los Estados ha quedado muy repartido y a él participan toda una serie de partidos menores como el PPB, el PSB, el PSL, el PDT, etcétera. Los electores, en los estados, más que a los partidos han votado a las personas que ya se habían destacado en el buen Gobierno de las ciudades o de los mismos Estados, algo parecido a lo que ocurre en las elecciones municipales. Eso explica que mientras Lula estaba ayer ganando en casi todos los estados, sólo cuente al final con cuatro o cinco de los 27 gobernadores del país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de octubre de 2002