El vicepresidente Mariano Rajoy y los diputados socialistas José Blanco y Máximo Díaz Cano intercambiaron ayer invectivas de grueso calado a costa de la televisión pública. Blanco acusó al Gobierno de "dar instrucciones" a TVE para elaborar los informativos siempre en beneficio del Gobierno. Y citó el escaso tiempo dedicado al debate de los Presupuestos frente a la canonización del fundador del Opus Dei o a "la boda de la hija del presidente". Rajoy atribuyó a Blanco el intento de pactar con el director general de RTVE, José Antonio Sánchez, los espacios que debía dedicar a José Luis Rodríguez Zapatero, líder del PSOE.
El diputado socialista acusó al vicepresidente de "tergiversar" la información, ya que su interés es que se respete el pluralismo informativo. "Para usted, el nuevo modelo de televisión consiste en decir a TVE qué corte saca de Zapatero y cuánto tiempo, y eso no se puede hacer en las televisiones públicas. Ni en las privadas, salvo que le dejen, como es natural", le replicó Rajoy. Blanco pidió al vicepresidente que se dejara de bromas y que pusiera coto a la información de TVE, convertida en "una pasarela de candidatos".
En la misma línea argumental siguió Máximo Díaz Cano, para quien el pluralismo existe en televisión "pero para los distintos candidatos del PP". "Lo mejor es que no nos saquen", ironizó Díaz Cano.
El intercambio de invectivas, con algún toque de humor, terminó con la aceptación del vicepresidente del Gobierno a la petición que Blanco le había efectuado por carta para debatir, y en su caso acordar, un nuevo modelo audiovisual para España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de octubre de 2002