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Bagdad se compromete a estudiar el nuevo texto de Naciones Unidas

El ministro de Exteriores iraquí asegura que la ONU ha 'desbaratado' los planes de EE UU

Bagdad anunció ayer que está examinando la resolución aprobada el viernes por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU, que obliga a Irak a aceptar el regreso de los inspectores de armas, y que dará una respuesta en los próximos días. Por su parte, el ministro de Exteriores iraquí, Naji Sabri, que asistía a una reunión de urgencia de la Liga Árabe en El Cairo, se mostró ayer satisfecho de que la ONU hubiera "desbaratado" los planes de EE UU.

La Liga Árabe proclama su respeto a las resoluciones del Consejo de Seguridad

En el marco de ese mismo encuentro, el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Saud al Faisal, anunció anoche que Irak había aceptado la resolución de Naciones Unidas después de que Siria, el único miembro árabe del Consejo de Seguridad, garantizase que el texto no implicaba el uso automático de la fuerza. Poco después, el jefe de la diplomacia de Egipto, Ahmed Maher, se pronunció en sentido contrario al afirmar que Bagdad "no ha tomado todavía ninguna decisión".

Mientras se producían estas declaraciones contradictorias, el régimen iraquí permanecía en silencio. "A pesar de que la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad es mala e injusta, la dirección iraquí la examina con calma y anunciará en los próximos días una respuesta adecuada", señaló ayer la agencia oficial de noticias iraquí INA. El anuncio, que dejó entrever la posibilidad de que Bagdad acepte la resolución de Naciones Unidas, se produjo sólo un día después de que el ministro de Comercio iraquí afirmara que el texto "llevará a una agresión militar con la cobertura internacional" y dos días después de que el presidente iraquí, Sadam Husein, calificara la resolución de "diabólica" y la considerara "un paso atrás" fruto de "la voluntad de Estados Unidos sobre el resto del mundo".

Por su parte, el ministro de Exteriores iraquí, Naji Sabri, estimó ayer que al votar la resolución 1.441 "la comunidad internacional ha frustado la decisión de Estados Unidos de usar la fuerza contra Irak", en lo que se interpreta como una reacción positiva al ultimátum de Naciones Unidas. La resolución, aprobada por los 15 miembros del Consejo de Seguridad, concede a Irak siete días para aceptar el acceso de los inspectores de armamento de la ONU a cualquier lugar, sin ningún límite.

La prensa oficial iraquí criticó ayer a Siria por votar a favor de lo que consideró un documento "innecesario". Siria defendió su apoyo a la resolución y alegó que estaba "convencida de que un voto a favor en el Consejo de Seguridad evitaría un ataque militar a Irak", señaló la radio pública siria, que añadió que la decisión se produjo después de que "los miembros permanentes del Consejo de Seguridad asegurarán que la resolución no sería utilizada como pretexto para atacar a Irak".

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, pidió a los países árabes que presionaran a Irak para que aceptara la resolución. Asimismo, Powell declaró a la televisión Al Yazira, con sede en Qatar, que "si el régimen se deshace de las armas de destrucción masiva y coopera con los inspectores de la ONU, eso significaría que se habría producido un cambio".

Los países árabes se pronunciarán sobre el texto de Naciones Unidas tras la reunión de la Liga Árabe en la que han participado ayer y hoy los ministros de Exteriores. Un portavoz de la organización, Hicham Yusef, ya ha adelantado que "la Liga Árabe respeta las resoluciones del Consejo de Seguridad".

Por su parte, China, Francia y Rusia afirmaron en una declaración conjunta a la salida de la votación que la resolución "excluía el recurso automático de la fuerza".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de noviembre de 2002