"Yo no quería hacer daño a mi hija. Si hubiera sabido lo que ahora sé habría ido a un hospital". Así invocó su inocencia Felicitas Melva Cañar, acusada de matar a su hija recién nacida en el madrileño parque del Retiro. La Audiencia de Madrid finalizó ayer el juicio que investigaba estos hechos desde el pasado seis de noviembre.
El fiscal pidió para Melva 17 años de cárcel por un delito de asesinato, con el agravante de parentesco. Ayer planteo un nuevo argumento. "Melva dio a luz en su casa, después introdujo al bebé en unas bolsas de plástico y lo abandonó en el parque". Dio por probado que la niña "murió por el abandono de la madre".
La defensa pidió la libre absolución de Melva por estimar que la muerte del bebé fue por la "falta de asistencia", de madre e hija, en el parto. Y planteó la alternativa de imprudencia grave con resultado de muerte y seis meses de cárcel. El jurado dispone de 72 horas para otorgar su veredicto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de noviembre de 2002