Eminem, con tres galardones, y Linkin Park, Kylie Minogue y Red Hot Chili Peppers, con dos cada uno, fueron anoche los grandes triunfadores de la gala en la que la cadena MTV repartió sus premios anuales. Fue una espectacular ceremonia de tres horas en el Palau Sant Jordi de Barcelona presenciada en directo por unas 13.000 personas. Se calcula que cerca de 1.000 millones más pudieron seguirla por televisión. El espectáculo, de precisión milimétrica, contó con innumerables artistas, entre ellos alguna presencia insólita, como la de Sara Montiel o Las Ketchup, que entregaron sendos premios.
Con una puntualidad más que británica, televisiva, la gala, que recalaba en España por primera vez en sus nueve ediciones, comenzó a las 21 horas. Convertido en el plató de televisión más grande del mundo, el recinto olímpico acogió una ceremonia brillante en la que fueron entregados los galardones en las 15 principales categorías que constituyen la parrilla de los premios. El presentador de la gala, Sean P. Diddy Combs, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a este acontecimiento mitad concierto mitad programa de televisión.
Tras manifestar su ilusión por conducir la gala, Sean, que cambió innumerables veces de vestuario, dio paso a la primera pareja de presentadores, una doblemente llamativa Pamela Anderson y un contento Wyclef Jean. Tras los parabienes de rigor, la pareja desveló el nombre del ganador del primer premio de la noche, correspondiente al mejor grupo. Lejos de cumplirse los pronósticos que señalaban a Coldplay como favoritos, fueron los metálicos Linkin Park los agraciados con el galardón.
El escenario, espectacular a todas luces, lleno de colorido, con formas gaudinianas inspiradas en la fachadas de la Casa Batlló y la Pedrera, acogió después la primera actuación de la noche, los noruegos Röyksopp. Sin apenas tiempo para respirar y con un ritmo frenético, Jade Jagger y un presentador de la MTV salieron para entregar el premio al mejor artista de rhytym and blues. En este caso no hubo sorpresa y la norteamericana Alicia Keys fue la agraciada.
La precisión del espectáculo fue milimétrica; los artistas y presentadores parecían surgidos de la nada. Sin que se hubiesen apagado los ecos de la voz de Alicia ya estaba Pink en el escenario, demostrando por qué es una de las sensaciones del pop de consumo. Sin que el espectáculo decayese en intensidad y sin que el público tuviese posibilidad de respiro alguno, Eminem salió a escena para recoger el premio al mejor artista masculino, primero de los tres que recibió en la gala y que le fue entregado el elegante Pierce Brosnan. Poco después el rapero realizó una electrizante actuiación interpretando Lose yourself y Cleaning out my closed. Sin solución de continuidad y apelando a la rapidez propia del lenguaje televisivo, Esther Cañadas y Ronan Keating entregaron a Red Hot Chili Peppers el primero de sus premios, el de mejor banda de directo. Luego Moby recogió el premio a la mejor web y una espectacular Sara Montiel se hizo acompañar por Dolce & Gabana para entregar a la espléndida Jenifer López (en vídeo) el galardón a la mejor artista femenina.
Kyle Minogue obtuvo el premio a la mejor artista de pop y mejor artista de dance, mientras un nuevo acelerón en el escenario situó en escena a Christina Aguilera que realizó una tórrida actuación en la más pura línea de su tema y vídeo Dirrty. El dúo Amaral se alzó con el premio a mejor artista español, poco antes de que una representación de jugadores del FC Barcelona encabezada por Kluivert lanzara un mensaje antirracista y premiara a la asociación Futbol contra el Racismo en Europa. Tras estre premio llegó uno de los momento centrales de la noche marcado por la actuación de Whitney Huston. Poco después, apareció Robbie Williams, y, tras un inopinado striptease, despidió el espectáculo Moby.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de noviembre de 2002