Las negociaciones sobre un posible alto el fuego en las filas palestinas, que desde hace cerca de una semana se celebran en El Cairo, bajo la égida del presidente Hosni Mubarak, están abocadas al fracaso, como consecuencia del incidente de Hebrón, protagonizado por Yihad Islámica, que con su acción se desmarca de un posible pacto a favor de la tregua y marca distancias con respecto a los sectores moderados, que capitaneados por Yasir Arafat reclaman un cese temporal de las hostilidades.
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El ataque a Hebrón no supone, sin embargo, el fin de las negociaciones, que los dirigentes de Hamas y Fatah piensan proseguir en los próximos días en Cisjordania, Gaza y en Damasco, donde la Autoridad Nacional Palestina tratará de sacar adelante un compromiso de mínimos, por el que las milicias se comprometen a decretar un alto el fuego, al menos hasta el 28 de enero, fecha de la convocatoria de las elecciones general en Israel.
La Autoridad Nacional Palestina opina que un alto el fuego, aunque sea circunstancial, favorecería los intereses de la izquierda israelí y supondría un respaldo para el candidato laborista, del pacifista Amram Mitzan, alcalde de Haifa, que propugna la reactivación del proceso de paz y la reanudación del diálogo con Yasir Arafat, como única fórmula para llegar a la proclamación de un Estado de Palestina.
Mitzan será sin duda el gran triunfador en las primarias laboristas, que se celebrarán el próximo martes en Tel Aviv, y a las que concurre el ex ministro de Defensa, Benjamín Ben Eleizer, con un 26% de votos, y el diputado Haim Ramon, con sólo un 10% de posibilidades. Mitzan tiene el apoyo del 43% del electorado laborista.
Pero la batalla de Mitzan no es fácil. Si gana las primarias laboristas deberá después enfrentarse a una batalla descomunal para abatir al candidato de la derecha Likud, Ariel Sharon, que según todos los pronósticos será su rival en las elecciones legislativas. El nombramiento de Sharon como candidato del Likud será refrendado oficialmente el próximo 28 de noviembre, en unas primarias a las que se presentan en solitario el primer ministro y el actual responsable de Exteriores, Benjamín Netanyahu. Los últimos sondeos internos señalan que el 54% de los militantes del Likud apoyan la candidatura de Sharon, y sólo un 38% la de Netanyahu.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de noviembre de 2002