Dos buques de la Armada española, la fragataNavarra y el buque de apoyo Patiño, interceptaron el pasado lunes en aguas del Océano Índico, al sureste de Yemen, al So-San, un carguero de bandera camboyana y tripulación norcoreana que transportaba al menos una veintena de misiles balísticos Scud. El barco de guerra español realizó disparos de advertencia contra el mercante para obligarlo a detenerse, ya que trató de huir, y tiradores de élite destrozaron una estructura de cables que dificultaba su abordaje en helicóptero. La operación se saldó sin heridos.
La interceptación se produjo cerca de la isla yemení de Socotra, al sureste de Yemen y al oeste de Somalia. El So-San figuraba en la base de datos de buques sospechosos con que cuenta la Operación Libertad Duradera de lucha contra el terrorismo, dirigida por EE UU.
La fragata española se aproximó al carguero y le ordenó que se identificara, pero éste hizo caso omiso del requerimiento y aumentó su velocidad. La Navarra realizó disparos de advertencia, a varios metros delante de la proa, y tiradores de élite destrozaron una estructura de cables que impedía abordarlo. El buque de aprovisionamiento Patiño se situó en las proximidades para apoyar la operación.
Cuando finalmente se detuvo, un helicóptero Seaking SH-3D, protegido por otro helicóptero Seahawk, sobrevoló el carguero y siete infantes de Marina de operaciones especiales se descolgaron sobre cubierta, tomando el control del buque.
El capitán aseguró que llevaba una carga de cemento pero, cuando se procedió a abrir el primer contenedor, se encontraron dos misiles Scud completos como los utilizados por Irak durante la guerra del Golfo.
Especialistas militares estadounidenses, que asistieron al registro, están analizando el resto de la carga, pero se cree que transporta componentes de al menos una veintena de misiles balísticos tierra-tierra Scud, así como abundante armamento.
El buque procedía del Mar de la China, posiblemente de Corea del Norte, y ayer se desconocía cuál era su destino. Está previsto que esta mañana el buque, que ha quedado inmovilizado en la zona con sus 20 tripulantes, sea entregado por la Armada española a la Marina de Estados Unidos.
Fuentes militares afirmaron que fue una "operación de libro", se desarrolló según los procedimientos previstos y no hubo que lamentar ningún herido, a pesar de que es la primera vez que un buque español abre fuego contra otro fuera de un conflicto y de que se vivieron "momentos de gran tensión".
De hecho, realizó varios disparos a pocos metros de la proa del buque para obligarlo a que se detuviera y, cuando la fragata se acercó para abordarlo, trató de escapar de nuevo.
En cambio, una vez que el equipo de abordaje tomó el barco, sus tripulantes no ofrecieron ninguna resistencia.
La operación se inició el pasado domingo, cuando la fragata Navarra, que manda el capitán Gonzalo Rodríguez Garat, recibió una información de inteligencia sobre la presencia de un buque sospechoso, pero no lo interceptó hasta el lunes por la mañana.
La noticia saltó anoche, después de que el Pentágono la filtrase a la CNN. El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, y el jefe de la Armada, Francisco Torrente, informarán hoy en rueda de prensa.
Desde octubre pasado, y hasta el próximo día 31, el contralmirante español Juan Moreno Susanna es el máximo responsable de la Task Force 150, que controla el tráfico marítimo en el Golfo de Adén y el Cuerno de África, con el objetivo de impedir el paso de terroristas o armas de la red Al Qaeda. De la TF-150 forman parte ocho buques de EE UU, Alemania, Francia, Reino Unido y España. Esta agrupación depende del mando componente naval de la Operación Libertad Duradera en Barhein, que es el jefe de la Flota de EE UU en el Índico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de diciembre de 2002