De pie frente al micrófono de la sala presidencial del F C Barcelona, Joan Gaspart aguantó a los periodistas a la una de la noche como horas antes había soportado la ira de la hinchada azulgrana en el palco del estadio. El presidente barcelonista anunció que no pensaba dimitir y que tampoco destituiría a Louis van Gaal como entrenador del Barça.
El criterio del presidente se impuso sobre el de unos cuantos de sus directivos, que en las reuniones previas a la conferencia de prensa de Gaspart, eran partidarios de cambiar de entrenador. Tras entrevistarse con el técnico, con el capitán Carles Puyol y con sus miembros de la junta, Gaspart aseguró: "El presidente del Barcelona debe comportarse de forma serena, no pensar en que deben tomarse decisiones, aunque respeto la actitud del aficionado, que ha exteriorizado su enfado. Pero no es la primera vez que ocurre". Y prosiguió: "Por un sentido de la responsabilidad no pienso presentar la dimisión, ni yo ni mis compañeros de la junta directiva, que tenemos previsto reunirnos para evaluar la posibilidad de convocar una asamblea de socios compromisarios, tal y como prevén los estatutos, y someternos a su criterio, de la misma manera que aprueban los presupuestos anuales".
"Tampoco pensamos destituir al entrenador", agregó. "Aunque el resultado del partido de esta noche contra el Sevilla ha sido desastroso y el equipo no ocupa el lugar que merece en la clasificación de la Liga".
El presidente azulgrana insistió en que el Barça no sufre ninguna crisis institucional sino que únicamente "no funciona" el primer equipo "en el campeonato español, pues en Europa ocupamos un lugar de privilegio". Y remachó: "El club funciona".
"No voy a provocar una crisis", advirtió el presidente, cosa que a su entender ocurriría si presentara la dimisión. "Me duele evidentemente la situación del equipo y si me he quedado en el palco, al final del partido, ha sido para aguantar la bronca de mis consocios. No estaba en mi ánimo provocar, sino que he asumido mi responsabilidad".
"Yo no me escondo sino que doy la cara", declaró más tarde el presidente del Barcelona, antes de explicar su curriculo: "Yo no he hecho nada malo. No voy a bajar la cabeza. He dejado mi vida, mi trabajo, por el Barça". Y añadió: "En 25 años he visto, tristemente, muchos partidos como éste en los que el Barça perdía y en los que la gente ostentosamente protestaba. Pero conozco también muy bien al socio. Mañana me pasearé tranquilamente por las calles de Barcelona y no me pasará nada".
"¡Claro que pasa!"
¿Pero realmente cree que no pasa nada", se le insistió. "¡Hombre!, si usted cree que el presidente esté aquí a la una y media de la madrugada es no pasar nada. Claro que pasa", respondió Gaspart. El presidente subrayó de nuevo en su discurso que tomaba la decisión adecuada en el momento en el que hablaba, pero insinuó que los resultados en el fútbol son los que finalmente cuentan, por lo que se pudo interpretar que, de suceder un nuevo tropiezo, los días de Van Gaal como técnico estarían contados.
El entrenador aguardó en el Camp Nou hasta que hubo acabado la conferencia de prensa de Gaspart. Después, los dos se retiraron de nuevo a una sala para continuar estudiando las medidas a tomar. Van Gaal le ha pedido al presidente un goleador y un lateral izquierdo. El mercado de invierno da posibilidades de contratar a ambos jugadores pese a la precariedad de las arcas azulgranas. Van Gaal, sin embargo, necesita ganar en Mallorca para mantener sus peticiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de diciembre de 2002