Un nuevo vertido afectó ayer por la mañana a las aguas de la bahía de Algeciras. La mancha de fuel, de 1.600 metros de largo y 80 de ancho, tuvo su origen en el portacontenedores danés Albert Maersk, cuya tripulación detectó el carburante en el costado del barco a los pocos minutos de haber zarpado del puerto algecireño. Capitanía Marítima, dependiente del Ministerio de Fomento, impuso al barco una sanción de 600.000 euros, la mayor que ha impuesto hasta ahora por un vertido en la bahía de Algeciras.
Las multas por estos vertidos oscilan, normalmente, entre los 180.000 euros y los 300.000. El barco quedará retenido en el puerto hasta que pague la multa.
El alcalde de Algeciras, el andalucista Patricio González, criticó que en apenas 15 días haya habido en la bahía dos colisiones de buques y otros dos vertidos. "Es imposible saber qué hacer para paliar esta situación, que desde el naufragio del Prestige en Galicia parece haberse agravado aún más en esta zona", dijo González, quien de forma habitual acusa al Gobierno de no controlar el tráfico de barcos en el Estrecho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de diciembre de 2002