Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido aconsejaron a sus nacionales salir de Venezuela o no viajar al país latinoamericano temiendo un estallido de violencia. Washington y Londres evacuaron a los funcionarios y familias cuya presencia en Caracas no es imprescindible.
Estados Unidos, que compra a Venezuela el 13% de sus importaciones totales de crudo, ordenó la evacuación de parte de su Embajada en Caracas porque la crisis puede tornarse más violenta. "Productos y servicios clave están afectados por la huelga y las dificultades de transporte", señala la nota diplomática. "La disponibilidad de combustible y de alimentos es críticamente baja y el transporte interno por tierra se realiza en forma muy limitada". Los vuelos internos quedaron suspendidos y los internacionales han sido reducidos.
"Recomendamos a los ciudadanos británicos dejar Venezuela a menos que tengan razones urgentes para quedarse", agregó Londres. La evacuación afecta a 20 diplomáticos. En esa dirección, Canadá subrayó que "la situación en materia de seguridad es muy inestable por el conflicto político que divide actualmente al Gobierno y la oposición". Un comunicado oficial advierte que "las manifestaciones, las contramanifestaciones y los enfrentamientos callejeros han originado situaciones de violencia y desorden, que terminaron con muertos y heridos".
Paralelamente, un grupo de militares detuvo, con cargos de desacato, a parte de la tripulación del petrolero Pilín León, estandarte de los huelguistas de PDVSA, según fuentes opositoras. El buque, con 44 millones de litros de gasolina en sus bodegas, fue el primero en anclar en el lago Maracaibo, a 500 kilómetros de Caracas, en apoyo del paro general contra Hugo Chávez.El carguero, que fue ayer retirado del lago por una nueva tripulación, integra la flota de 21 buques, la mayoría parados, de la empresa estatal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de diciembre de 2002