Segovia ha conocido por segunda vez en tres años las mieles del gordo de la Lotería de Navidad, aunque en esta ocasión con menos intensidad, ya que la administración número 3 de la capital repartió ayer una serie del 8103, dos millones de euros, frente a los 46.500 millones de pesetas que tocaron en 2000.
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El establecimiento de apuestas que regenta Matilde Oliveda Pardo, de 69 años, ubicado a los pies del Acueducto segoviano, apenas estuvo abierto una hora, lo suficiente para que la lotera confirmara a los periodistas que había vendido los diez décimos del billete y se fotografiara brindando con cava, a la vez que aseguraba desconocer la identidad de los agraciados con el gordo.
Esta mujer, viuda, con cinco hijos y 11 nietos, y suegra del consejero de Presidencia e Innovación Tecnológica del Gobierno de Canarias, Julio Bonis, lleva detrás del mostrador de la administración más de 40 años, desde que lo abrió su madre, Elvira Pardo.
La lotera, atacada por la fiebre debido a un proceso gripal, regresó rápidamente a casa para guardar cama, aunque el día anterior había soportado más de 12 horas detrás del mostrador, agotando hasta el último minuto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de diciembre de 2002