Un incendio por causas aún no esclarecidas en una vivienda de Vélez Málaga se saldó en la tarde de ayer con un trágico balance: la muerte de dos niños, Iván y Alejandro Díaz Ortega, de cuatro y seis años, y de su tío, un joven de 22 años que padecía una minusvalía.
El padre de éste y abuelo de los niños, Antonio Ortega Moreno, de 57 años, policía local que actúa también como bombero, tuvo que sacar de la vivienda siniestrada el cadáver de su hijo, Amancio Ortega Medina, según informa Efe.
Además, permanece en estado muy grave la tía abuela de los niños Purificación Barrera, de 83 años, que estaba también en el piso cuando ocurrió el siniestro.
Fue ingresada en el Hospital Comarcal de La Axarquía con quemaduras que afectaban al 40% de su superficie corporal. Otras seis personas, tres de ellas policías-bomberos que participaron en los trabajos de extinción, resultaron también heridos de menor consideración.
Según relató el alcalde de Vélez Málaga, Antonio Souvirón, el incendio, cuyo origen no pudo precisar si bien aventuró que pudo causarlo un brasero eléctrico, sorprendió a los siete ocupantes de la vivienda y debió de propagarse con mucha rapidez, ya que ninguno de ellos avisó a los equipos de emergencia.
Fueron los vecinos del bloque de viviendas quienes se percataron del siniestro sobre las 16.00 horas. Al ver el humo que salía de la vivienda, derribaron la puerta, pero la espesa humareda y las llamas les impidieron entrar y no pudieron prestar ningún auxilio hasta que llegaron los bomberos.
El fuego tuvo una gran virulencia, y la vivienda, en un segundo piso de un bloque en la céntrica calle de Pablo Picasso, quedó completamente calcinada.
Las otras tres personas que se encontraban en la casa, entre ellas el padre de los dos menores fallecidos, de 32 años, resultaron intoxicados con pronóstico leve y fueron también trasladadas al mismo centro hospitalario.
Además, según informó la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, tres bomberos necesitaron también atención médica por intoxicación, uno de ellos de gravedad, mientras que otras tres personas requirieron asistencia por crisis nerviosa, una de ellas la madre de los niños.
Las viviendas superior e inferior a la siniestrada fueron desalojadas para apuntalarlas y el juzgado de instrucción número 2 de la localidad malagueña se ha hecho cargo de la investigación.
El alcalde de Vélez Málaga lamentó esta tragedia ocurrida en plenas fiestas navideñas y calificó de "héroes" a los vecinos que intentaron socorrer a las víctimas del fuego. Hoy se decretará un día de luto oficial.
En cuando al incendio que un grupo de inmigrantes marroquíes provocó la tarde del viernes en los calabozos de la Comisaría Provincial de Policía de Málaga, donde estaban recluidos a la espera de ser repatriados, también puede tener consecuencias catastróficas.
Inmigrantes en estado grave
Los médicos temen por la vida de dos heridos en el incidente que permanecen ingresados en la UVI del Hospital Regional Carlos Haya con quemaduras de segundo y tercer grado y con severos problemas respiratorios -uno de ellos ha precisado de una traqueotomía-, según informó ayer el coordinador de guardia del centro, Ricardo López Cifuentes.
En la mañana de ayer fueron dadas de alta tres personas, mientras que de las 11 que continuaban ingresadas, cinco permanecían muy graves y tres graves, y las ocho precisaban de ventilación mecánica por problemas respiratorios y metabólicos. Otros tres estaban en observación, entre ellos la única mujer afectada, a la espera de ser también dados de alta. La Subdelegación del Gobierno suspendió ayer la repatriación, ya que los inmigrantes deberán testificar en la causa abierta por el suceso en el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de diciembre de 2002