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Crónica:Segunda División | FÚTBOL

El 'guaje' con el gol en los genes

Villa, 'pichichi' de Segunda, es el gran activo del Sporting y la joya de la categoría

, atiende, Villa no se vende". A Villa le llaman el Guaje, que significa niño en asturiano y que también sirve para identificar a los ayudantes de los mineros. Villa nació en Tuilla, en plena cuenca minera, y su destino hubiese sido tan incierto como el de cualquier joven de la zona si no fuese por sus grandes condiciones de futbolista. Sus goles en las categorías inferiores del Langreo llamaron la atención de los ojeadores del Sporting y desde que ingresó en Mareo apuntó siempre a lo más alto. Pepe Acebal le hizo debutar en el último partido de la temporada 2000-2001, un intrascedente cierre de temporada en El Molinón. Aún tuvo que esperar siete jornadas de la pasada temporada para ganarse la confianza del anterior entrenador sportinguista. En su estreno como titular, frente al Atlético de Madrid, no marcó, pero tuvo bastante que ver en la remontada que dio la victoria al Sporting (2-1). Desde entonces, Villa ha marcado 28 goles en Liga, el último el pasado sábado, que sirvió para evitar la victoria del líder Zaragoza en El Molinón. Antes del partido Paco Flores, el entrenador zaragocista, advirtió que sería clave aislar al pichichi y cambió su esquema habitual para jugar con tres centrales. Lo consiguió casi siempre, pero el Guaje -internacional sub 21- volvió a aparecer en el momento justo: provocó la jugada del penalti y lo transformó con su frialdad habitual, haciendo inútil la estirada de un Láinez que parecía imbatible.

Jornada 11 de la temporada 2002-03 de Segunda División. El Sporting, colista, sin una victoria en los diez primeros partidos, con sólo tres goles marcados, se estrella una vez más contra el rival de turno, el Murcia, en El Molinón. En el minuto 87, su joven delantero Villa corre tras un balón imposible, pero el defensa Clavero le empuja en el área. Penalty. Máxima tensión.

Todos los sportinguistas, jugadores y aficionados, están al borde de un ataque de nervios. ¿Todos?. No. Villa, 21 años recién cumplidos, no duda en coger el balón. Tras los 19 goles de la pasada temporadar, la de su debut, está seco. Además, Reinke, el portero del Murcia, ya le había parado un penaltI en una visita anterior a Gijón. Pero Villa lo aguanta todo. Tiene que esperar cinco minutos en un ambiente asfixiante, mientras los jugadores del Murcia protestan y dos de ellos, los argentinos Maciel y Acciari, se le acercan para susurrarle al oído: "Lo vas a fallar, cagón". Villa no sólo no falló, sino que cumplió su promesa y se lo dedicó, sucesivamente, a Acciari, con un empujón mientras corría a celebrarlo, y un gesto expresivo junto a la línea de banda hacia Maciel, que había sido sustituido.

Nacido en la cuenca minera, su destino habría sido otro de no ser por sus cualidades

Así es David Villa, todo un carácter, además de uno de esos futbolistas que lleva el gol en los genes. Con ese tanto y los otros ocho que ha marcado desde entonces ha logrado que el Sporting pase de mirar a Segunda B a soñar con el retorno a Primera. Y desde los despachos le ven como el activo más valioso para una entidad al borde de la quiebra. La afición, harta del éxodo de sus figuras, advierte en cada partido: "Arango

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de enero de 2003