Hora y media hacía que el partido había finalizado y los jugadores del Barça seguían encerrados en su vestuario. Ellos, como la legión de periodistas que aguardaban en la sala de prensa, esperaban noticias. Se encontraban reunidos el presidente del Barça, Joan Gaspart; el entrenador, Louis van Gaal; el capitán, Carles Puyol, y el director general del club azulgrana, Xavier Pérez Fraguell. Y la noticia fue que no hubo noticia. Todo sigue igual en Barcelona, con Van Gaal al mando del equipo. Si acaso, lo más reseñable es que el alicaído técnico anunció por sorpresa que no había fichajes.
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Ni dimisión ni destitución. Van Gaal seguirá siendo el técnico del Barça. Joan Gaspart y su junta directiva le alargaron ayer el crédito, al menos una semana más, pese a la sangrante derrota frente al Valencia y al clamor de la afición en contra del técnico y del propio presidente azulgrana.
Pasaban diez minutos de la una de la madrugada cuando Van Gaal confirmó públicamente su continuidad. "Voy a continuar. Nos hemos conjurado para sacar este equipo adelante. El presidente no me ha propuesto que dimitiera", señaló Van Gaal con gesto cariacontecido.
Nunca el holandés se podría haber imaginado un final más triste para su partido número 200 como técnico del Barça. "Estamos en una situación muy delicada. Hemos perdido de una manera que no puede ser. Sobran las palabras", prosiguió. Van Gaal también anunció que, durante la reunión, cuerpo técnico y directiva habían acordado no hacer más fichajes esta temporada. Descartaba así la llegada del holandés Hasselbaink, como se había venido rumoreando. "Hemos decidido que el Barça no fichará a otro jugador porque aún tenemos confianza en nuestros futbolistas, en nuestro cuerpo técnico y en el presidente", argumentó. "Además, en este momento delicado es muy difícil fichar".
"Estoy muy triste porque hemos perdido un partido que no podíamos perder", continuó el holandés. "He visto tristeza en mis jugadores, pero hemos quedado para trabajar más y sacar adelante esta situación. No me siento impotente, pero las palabras ahora mismo sobran. Sólo queda pensar en el próximo partido".A Van Gaal se le pidió su opinión sobre las protestas de la afición, que tras el cuarto gol del Valencia coreó al unísono gritos de "¡Dimisión, dimisión!". Así respondió el holandés: "La afición sólo puede opinar de los resultados y del juego, pero no sobre el trabajo. Siempre hay que escucharla, pero no puede cambiar los resultados. Sólo los jugadores y el técnico pueden. Yo he visto que la afición hoy [por ayer] quería apoyar al equipo. Es lógico que al perder así proteste. Mañana es un día más para la afición. Ellos saben que podemos confiar en este equipo y en su entrenador. La mayoría cree en esto. No hay otra solución". Respecto a qué más tiene que pasar para que abandone el barco, Van Gaal fue tajante: "No creo que la dimisión sea una solución. Es mi opinión, la del presidente, la de la junta directiva y la de los jugadores. Ellos están conmigo, y yo con ellos". Pasada la una y media de la madrugada, Van Gaal montaba en su coche y se alejaba de un Camp Nou que anoche, de nuevo, exigió su salida y la del presidente. Y, de nuevo, sin éxito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de enero de 2003