Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Estado de emergencia en la capital de Australia por los incendios

El fuego provoca un muerto y calcina 100 casas en Canberra

El peor incendio de los últimos 50 años en Australia está completamente fuera de control. Una persona murió ayer a causa de las llamas y al menos 100 casas ardían a las afueras de Canberra. Las autoridades anunciaron que toda la ciudad, de 300.000 habitantes, está en peligro. Ha sido declarado el estado de emergencia, mientras el viento y el calor avivan el incendio hacia el interior de la ciudad.

Miles de personas han sido evacuadas de sus casas. Ayer, una nube de humo ocultaba la luz del sol, y el edificio del Parlamento estaba cubierto de ceniza. La noche anterior, las llamas se habían extendido a nuevas zonas al oeste de Canberra donde habían sido realojadas las familias evacuadas horas antes. El hospital de la ciudad, que está a unos cuatro kilómetros del frente de fuego, perdió ayer su suministro eléctrico. Más de veinte personas fueron atendidas con quemaduras e intoxicaciones por humo. La policía confirmó una muerte por inhalación de humo entre los primeros afectados por la catástrofe.

Los fuertes vientos y temperaturas veraniegas de 38 grados avivaban ayer el fuego en dirección a la ciudad. El jefe de Gobierno del Territorio de Camberra, Jon Stanhope, declaró ayer el estado de emergencia en su jurisdicción. Las grandes carreteras de entrada y salida a Canberra también han sido cerradas.

El jefe de bomberos del Estado de Nueva Gales del Sur (sureste australiano) -al que pertenecen grandes ciudades como Canberra, Sidney o Newcastle-, Phil Koperberg, afirmó que la situación es grave. "Claramente es una situación muy seria, ya se han producido muchas pérdidas de propiedades en Canberra. Estamos llevando a Canberra fuerzas procedentes de Wagga y de Sidney, que llegarán en las próximas dos horas", añadió Kopenberg.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de enero de 2003