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La jornada de Liga | FÚTBOL

"¡Eres un listillo!"

Las palabras de Javi Moreno tras el primer gol irritaron a Helguera y provocaron su expulsión

Hasta Vicente del Bosque, maestro de la moderación, se llevó su tarjeta amarilla en uno de esos partidos que apelan a los instintos más selváticos. Metidos 22 tipos en un rectángulo demasiado estrecho para garantizar su convivencia armónica, se impone la selección natural. Se suceden los arrebatos irracionales, impera la agitación y el árbitro, Daudén Ibáñez, no puede aislarse del ambiente febril que le rodea.

"¡Eres un listillo, eres un listillo!", gritó Javi Moreno a Helguera tras meter el penalti que adelantó al Atlético en el marcador. Corría el minuto 11 y reinaba la confusión en un choque que Casillas definió moviendo la mano como si fuera un péndulo: "Vai-vén, vaivén...". En el toma y daca, con Daudén de por medio, ambos jugadores se picaron y el que salió peor parado fue Helguera, que, además de enfrentarse a Moreno, se enfrentó al árbitro. El central se dejó llevar por la ira.

Helguera salió al campo como es de ley en un duelo como el de ayer: comprometido hasta la coronilla. Llegó a medirse con Torres una vez y dejó en evidencia la bisoñez del delantero birlándole una pelota. Iba camino de completar una gran noche, pero el penalti que el árbitro pitó a Roberto Carlos debió de desequilibrarlo. "El árbitro hizo su labor", dijo Raúl después. "El árbitro se equivocó", discrepó Roberto Carlos; "quiso protagonismo y ha hecho daño al fútbol".

Helguera se puso furioso con Daudén Ibáñez. Parecía que se lo iba a comer. Y, para colmo, Javi Moreno marcó la pena. Y se lo restregó. "¡Listillo!", le gritó, según detectaron las cámaras de Canal +. El delantero rojiblanco estaba encendido y no paraba de provocar. También se dirigió al público haciéndole señales, como para que se callara. "Cada uno celebra los goles como quiere", opinó luego.

Cuando el partido volvió a su curso, Helguera tuvo la mala suerte de estar demasiado caliente para soportar con serenidad que le pisaran su territorio a sólo un minuto del penalti. Javi Moreno lo supo: "Fui a recibir un balón y me di cuenta de que venía a por mí. Sabía que iba a hacerlo y me preparé para recibir el golpe encogiéndome. No sé dónde me golpeó. Creo que encima del culo".

Un buen topetazo

Cuando Javi Moreno recibió la pelota, Helguera ya iba a por él, como una bala. En estas décimas de segundo no pudo controlar su impulso. No le inducía la razón, sino el instinto de supervivencia. Eso que metafóricamente se llama orgullo le llevó a correr 20 metros para dar a Javi Moreno un buen topetazo.

"En tres años que llevo jugando con él nunca le vi ir a por nadie con mala intención", dijo Casillas, en defensa de su compañero; "y no creo que esa entrada haya sido merecedora de tarjeta roja. La prueba es que Javi Moreno no ha tenido ningún problema para seguir jugando".

Con razón o sin ella, el hecho es que Helguera tuvo mala suerte: el hombre que debía juzgar su entrada, Daudén Ibáñez, le había escuchado decir vaya a saber qué cosas cuando pitó el penalti. El árbitro tenía fresca en su cabeza la reacción violenta del cántabro clamando justicia. Así es que cuando se llevó la mano al bolsillo no dudó: roja directa y el Madrid se quedó con diez.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de enero de 2003