Las trabas que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, diputado y presidente del Grupo Parlamentario Socialista, sufrió anteayer para acceder en Ferrol al astillero público Izar se debatirán en el Congreso de los Diputados. El PSOE estima que éste es un asunto que afecta a derechos constitucionales y no a una mera discusión sobre formas.
El portavoz adjunto del Grupo Socialista, Antonio Cuevas, presentó ayer en el Congreso una proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a la destitución inmediata del presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y del presidente de la empresa pública Izar " por la negativa de la sociedad a facilitar la visita" de este diputado. Los socialistas argumentan que se informó con suficiente antelación de esta visita y que se tuvo el visto bueno de la empresa y ésta "lo rompió de manera unilateral con la excusa de que la dirección no podía darle un mayor rango a la visita".
En esta iniciativa parlamentaria socialista se sostiene que "la prohibición de la visita tuvo que venir de las más altas instancias de SEPI en una desmostración clara de cómo se pretende coaccionar a quien tiene una representación pública", afirma Cuevas.
Por su parte el presidente de SEPI, Ignacio Ruiz Jarabo, afirmó en la Cope que Zapatero no pudo ser bien atendido "por culpa de su partido", que presentó el programa de la visita de Zapatero con "72 horas de antelación". Con ese tiempo, según Ruiz Jarabo, era imposible preparar bien la visita. "El presidente de la empresa estaba en Malasia intentando conseguir nuevos barcos para el astillero", continuó Ruiz Jarabo, y recordó que Zapatero tuvo acceso a las instalaciones, no así los medios de comunicación por tratarse " de un astillero militar". El secretario general del PP, Javier Arenas, apostilló: "Los políticos tenemos que dar ejemplo y cumplir las normas, sin privilegios".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de enero de 2003