"Cuando hay un cambio de entrenador, siempre hay otra forma de trabajar, de hablar y puede también que de jugar. Espero que Antic pueda cambiar la mala racha del Barça. Tiene una plantilla que está dispuesta a trabajar duro, como nunca, para cambiar esta situación". Así se expresó Cocu, el segundo capitán azulgrana, al término del primer ensayo que dirigió Radomir Antic. El técnico convocó después a toda su plantilla al completo para jugar hoy un partido amistoso en Cádiz. El encuentro será el primer banco de pruebas (Sorín, el lateral argentino, debutará) para evaluar una plantilla hundida en la 15ª posición en la Liga, con 23 puntos, a tres del descenso.
Antic se enfundó el chándal y esbozó los primeros trazos de sus métodos. El primer ensayo del nuevo técnico azulgrana fue una puesta en escena tranquila, sin grandes sobresaltos, aunque "algo descoordinada", como confesó luego el propio entrenador, que demostró tener las ideas muy claras. Acostumbrado a manejar situaciones límite, optó por continuar su complicidad con los medios de comunicación y, a diferencia de Van Gaal, que sólo permitía a la prensa presenciar el primer cuarto de hora de los entrenamientos, abrió las puertas a las cámaras de televisión y a los fotógrafos. La medida, sin embargo, es provisional y todo dependerá de la marcha del equipo, según señaló un miembro del cuerpo técnico.
Antic fue el primero en saltar al césped y llegó acompañado de su ayudante Resad Kunovak. Aguardó durante 20 minutos la salida de los jugadores. Tras un breve charla con ellos, en el círculo central, Antic ordenó una hora de ejercicio físico. Más que un ensayo de estrategia, táctica y técnica propia de mitad de curso, pareció un ejercicio del primer día de pretemporada. Los jugadores sólo pudieron disfrutar del balón durante el breve partido final de quince minutos en el que Antic no facilitó ninguna pista sobre el equipo base que presentará ante el Athletic en su debut en el banquillo del Camp Nou.
El técnico detuvo el partidillo del equipo en varias ocasiones rectificando la posición de sus jugadores. Terminado el ensayo, Antic, que acudió a la presentación de Sorín, se mostró satisfecho: "Ha sido el primer entrenamiento, pero hemos cumplido al máximo el objetivo de la sesión. El comportamiento profesional de los jugadores ha sido el máximo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de febrero de 2003