El juez que investiga el caso Prestige ha exigido "nuevamente" al Gobierno toda la documentación que le requirió hace mes y medio, incluidos los informes que sirvieron al Ministerio de Fomento para evaluar los daños del petrolero y ordenar su alejamiento y las cintas originales de las conversaciones con el barco. El juez interroga a Fomento sobre su presunto acuerdo con la rescatadora Smit Tak para el uso privado del remolcador público.
El juez Javier Collazo, instructor del sumario por el naufragio del Prestige, requería el pasado 23 de diciembre una serie de documentos e informes clave para esclarecer, entre otros, los motivos de las decisiones tomadas por el Gobierno sobre el petrolero. Exigía que el Ejecutivo le informase si el Cecop (Centro de Coordinación de Operaciones) cuando se constituyó "hizo algún estudio de valoración y trascendencia de los daños y avería producida en el buque Prestige el 13 de noviembre"; y "si se hizo algún estudio técnico sobre la posibilidad de producirse el hundimiento del buque, dada la grieta que presentaba en el momento de los hechos, escoramiento del buque y deriva que llevaba".
También reclamaba otro documento esencial para ilustrar la decisión más controvertida del Ejecutivo: "Informe sobre el estudio que se realizó sobre la valoración de riesgos que entrañaba alejar el buque Prestige de la costa [acompañándose informe técnico en caso que de exista]". Demandaba el juez el estudio y asesoramiento sobre la decisión de dar remolque al Prestige, incluido su destino.
En su nueva providencia, el juez va más lejos tras difundirse por este diario el fax remitido a Sasemar, dependiente de Fomento, por Smit Tak, la firma contratada por el armador del Prestige, para reiterarle a las 21.00 del 13 de noviembre que utilizaría en su dispositivo privado de salvamento al remolcador público Ría de Vigo. El juez quiere ahora conocer todos los detalles de esa operación y negociación, y el papel que en ella desempeñó Fomento. En primer lugar, solicita a Remolcanosa, la empresa que presta el servicio público de remolque en el litoral gallego, su contrato con Sasemar para la prestación de servicios del remolcador Ría de Vigo. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, ha mantenido oficialmente que el servicio de Remolcanosa era "en exclusiva" para el Estado, por lo que cualquier acto contrario a dicho principio significaría "un incumplimiento contractual".
Copia del fax
También pide ahora el juez a Remolcanosa, propietaria del Ría de Vigo, su contrato con Smit Tak con ocasión del siniestro del Prestige. Y de modo muy preciso, demanda a Remolcanosa la documentación ya difundida por este diario: "Copia de los fax que fueron remitidos por la empresa Smit Salvage y dirigidas al jefe de operaciones [de Remolcanosa], Gonzalo Vidal, el 13 de noviembre de 2002, el primero a las 21.00, relativo a la confirmación del acuerdo alcanzado entre Smit Salvage y Sasemar para la utilización del Ría de Vigo; el segundo, a las 21.09, en que confirma Smit Salvage los acuerdos alcanzados con el señor Uribe (Sasemar) confirmando que el capitán del buque Prestige va a aceptar el remolque del Ría de Vigo".
La requisitoria judicial sobre este punto se dirige también a Fomento. Exige a Sasemar su contrato con Remolcanosa. Y "los acuerdos documentales realizados entre Sasemar y Smit Salvage el 13 de noviembre de 2002, así como la hora exacta en que se acordaron y los fax originados". El juez no deja resquicio al ministerio: "Sólo en caso de inexistencia documental, infórmese sobre el acuerdo verbal al que se llegó en la utilización del remolcador Ría de Vigo como consecuencia del siniestro acaecido al buque Prestige, especificando las horas exactas de las conversaciones mantenidas".
La importancia de las horas en que Fomento presuntamente conoció o autorizó tal uso privado del remolcador público tiene que ver con las horas en las que, supuestamente, el capitán Apostolos Mangouras se negó a dar remolque, entre las 18.00 y las 21.00 del 13 de noviembre. El juez quiere saber si Fomento toleró o autorizó la larga negociación mantenida esa noche entre un triángulo con los siguientes vértices: armador, rescatadora privada y remolcador público. Sólo tras informarse por fax del acuerdo cerrado entre armador, Smit Tak y Remolcanoa alrededor de las 21.00, se registró una febril actividad del Ría de Vigo para intentar dar remolque al Prestige.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de febrero de 2003