Los habituales socios del Gobierno durante esta legislatura, CiU y Coalición Canaria (CC), distanciados durante semanas por el posible ataque a Irak, ayer comenzaron una aproximación en distintos grados no tanto por la política del Gobierno, sino por el acuerdo alcanzado el día anterior por el Consejo Europeo. CiU se sumó al "acuerdo de mínimos" de ese Consejo. CC se abstuvo al considerar el texto de la cumbre europea, aunque es "ambiguo", contiene elementos defendibles. Los nacionalistas canarios sostienen la desconfianza respecto de las intenciones "unilaterales" de EE UU y están convencidos de que "la guerra vendrá con los Idus de marzo".
El presidente del Gobierno no tenía mucho interés en hablar de lo sucedido en España y en el resto del mundo antes del Consejo Europeo del día anterior. José María Aznar no puso impedir, sin embargo, que el portavoz de CiU, Xavier Trias, le recordara que "millones de ciudadanos le piden que el Gobierno de España trabaje por la defensa de la paz". "Queremos que usted defienda en el Consejo de Seguridad que el tiempo de las inspecciones no ha terminado y queremos que su voz sea de las más firmes en defender las opciones de paz". "Esta apuesta por la paz no será una muestra de debilidad por su parte sino de grandeza y de sensibilidad hacia los ciudadanos", agregó Trias.
Pero lo que Aznar quería escuchar no sólo de los portavoces de sus socios de CiU y CC, sino también del resto, era su posición sobre lo acordado el día anterior en el Consejo Europeo. Ambos lo suscriben en distinto grado y con el mismo énfasis "en la paz".
CiU apoyó el texto del Gobierno, idéntico al del Consejo; CC no lo hizo porque la "ambigüedad" del texto le retrajo a estampar su firma. Por tanto, presentó su propia resolución, muy similar y que quedó fuera por una disputa reglametnaria. Además, para el portavoz de CC, José Carlos Mauricio, "EE UU tiene decidida la guerra desde hace meses; será con los Idus de marzo, que siempre invitan a la muerte, a la destrucción". Pese a ello, según Mauricio, "se abre una puerta a la esperanza por parte de Europa". "Pero de momento su interpretación, señor Aznar, y la nuestra no es la misma", añadió para anticipar que no votaría el texto del PP: se abstuvo.
"Suscribimos íntegramente el contenido del acuerdo del Consejo Europeo; no podría ser de otra manera dado que contiene muchos de los puntos que defendemos, pero no se nos escapa que el acuerdo tiene un punto de ambigüedad que ha permitido un consenso", defendió Trias. Este acuerdo deberá sufrir la prueba de fuego, según el portavoz nacionalista, en el momento en que EE UU decida cuál es su posición. El representante de CiU confió en que a partir de ahora el presidente del Gobierno utilice con frecuencia y defienda dos aspectos del mismo: "La guerra no es inevitable; la fuerza sólo debería ser utilizada como último recurso". Pero aunque este pronunciamiento era lo que en realidad le importaba al Gobierno, lo cierto es que todo el texto del representante de CiU, al igual que días anteriores había hecho su portavoz de Exteriores, Ignasi Guardans, fue muy crítico con el Gobierno.
Según CiU, ha faltado y falta información y el Gobierno no ha buscado "complicidades con los grupos políticos de su país". "A mí nadie me ha explicado si hay alguna relación entre Irak y grupos terroristas; no me han enseñado ninguna prueba; no hay ninguna información", se quejó Trias. "Sadam es un tirano, un dictador, es un peligro", añadió para dejar claro que su grupo no tiene la menor duda de que el presidente de Irak no merece la menor consideración. En eso todos de acuerdo. "Pero usted y yo tenemos una diferencia de fondo; su grupo, el PP, y el mío, CiU, nos diferenciamos en que ustedes creen que el conflicto bélico es inevitable y nosotros creemos que la paz es todavía posible", sentenció el portavoz nacionalista. "La guerra debe ser la ultimísima, la ultimísima acción, pero antes hay que trabajar por la paz".
Este grupo político, como todos, quiso traer al Congreso el sentir de los ciudadanos que se manifestaron el pasado fin de semana. "Millones de ciudadanos han salido a la calle, nosotros entre ellos, para protestar contra la guerra, para oponerse a una acción bélica que nadie entendería ahora, que nadie puede entender como justificada", dijo. Trias hizo suya la expresión editorial del periódico norteamericano The New York Times en el que estableció la existencia de dos grandes potencias: EE UU y la opinión pública mundial.
También Mauricio hizo mención de estas manifestaciones y del sentir de los ciudadanos. Y desgranó un capítulo de críticas al Ejecutivo: La posición que ayer defendió Aznar, acorde con el texto del Consejo Europeo, "no es la que había defendido hasta ahora; y tampoco lo que defendió la ministra de Exteriores el pasado viernes en el Consejo de Seguridad". "Nos alegramos mucho; siga así", recomendó Mauricio.
En el terreno de las "exigencias", Trias expuso la necesidad imperiosa de que se respete "la exclusiva del Consejo de Seguridad para decidir si ha habido o no incumplimiento de sus resoluciones; no se puede ser más papista que el Papa", recomendó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de febrero de 2003