El pleno del Tribunal Constitucional rechazó ayer por seis votos a cinco la recusación del Gobierno vasco al presidente de dicha institución, Manuel Jiménez de Parga, para que no participara en la resolución del recurso de inconstitucionalidad sobre la Ley de Partidos, por estimar que no es imparcial. Es la segunda recusación del Ejecutivo de Vitoria sobre el mismo asunto que no prospera, aunque la vez anterior fue por unanimidad.
Tras la reunión de ayer de los 11 magistrados, presidida por el vicepresidente Tomás S. Vives, dada la ausencia obligada del presidente recusado, minutos antes de las 22.00 se facilitó un comunicado oficial que daba cuenta de que el pleno del Tribunal Constitucional deliberó "sobre la recusación que el Gobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco presentó el pasado día 4 de febrero contra el presidente del Tribunal, don Manuel Jiménez de Parga, y ha decidido el rechazo de la recusación".
El comunicado informaba sobre el envío "en breve" de la resolución y los votos particulares al Ejecutivo de Juan José Ibarretxe. Otras fuentes del Tribunal complementaron que la votación fue de seis votos en contra de la recusación y cinco a favor. Ni la resolución ni los votos particulares fueron hechos públicos ayer.
En apoyo de la ponencia de Guillermo Jiménez, contraria a la estimación de la recusación, votaron, además del propio Jiménez, los magistrados Javier Delgado, Roberto García-Calvo, Vicente Conde Martín de Hijas, Jorge Rodríguez-Zapata y Pablo García Manzano.
El vicepresidente Vives y los magistrados María Emilia Casas, Pablo Cachón, Elisa Pérez Vera y Eugenio Gay, para el caso de que prosperara su criterio a favor de estimar la recusación, tenían preparado un texto alternativo de resolución, en el que basarán los votos particulares que formulen.
Falta de imparcialidad
La recusación de Jiménez de Parga por el Gobierno vasco, que recurrió la Ley de Partidos, se fundamenta en la supuesta "falta de imparcialidad" del presidente del tribunal. La institución recusante alegó que, al ser preguntado, en público, sobre si el Tribunal Constitucional avalaría la ilegalización de Batasuna, Jiménez de Parga dijo que no podía pronunciarse sobre el asunto, y a continuación añadió: "Ya veremos. Yo espero que lo hagamos lo mejor que sepamos y que consigamos una ilega..., digo, una solución favorable".
Fuentes próximas a los cinco magistrados discrepantes señalaron que, "en este caso, el asunto es muy diferente a la recusación anterior, rechazada por unanimidad".
La anterior recusación a Jiménez de Parga fue rechazada el pasado 20 de noviembre. En aquella ocasión el Gobierno vasco alegó que el presidente del Tribunal había "comprometido su opinión" por declaraciones como las realizadas a Onda Cero: "Yo no he encontrado al menos ningún defecto importante o cualquier tipo de desviación importante que pudiera ser tachada de inconstitucional; esta ley me parece una ley correcta".
Los 10 magistrados que rechazaron aquella recusación argumentaron que tales manifestaciones "carecen del tenor, la contundencia y la radicalidad que serían necesarias para que pudiesen fundamentar una sospecha justificada de parcialidad, esto es, de que el recusado hubiese tomado partido en la causa".
En los 22 años de funcionamiento del Tribunal Constitucional es la primera vez que se rechaza una recusación con una votación tan apretada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de febrero de 2003