La UE podría no contribuir a la reconstrucción de Irak si se declara la guerra contra Sadam Husein fuera de la cobertura de la ONU, avisó ayer el comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten, en el Parlamento Europeo. Patten dijo que es Naciones Unidas quien debe pronunciarse si hay que recurrir o no a la fuerza, al tiempo que se mostró escéptico de que un escenario bélico contribuya a solucionar la crisis de Oriente Próximo. "Naciones Unidas desempeñan un papel único de legitimidad, por eso es esencial que, en caso de guerra en Irak, sean ellas quienes autoricen el ataque", afirmó ante el pleno de la Eurocámara reunido en la sede de Estrasburgo.
El político conservador británico subrayó que una guerra contra Sadam sin el aval de la ONU causará "serios daños" no sólo a la autoridad de este organismo, sino también a la de la OTAN, así como a la relación entre la UE y EE UU.
Poco antes, el ministro de Exteriores griego y actual presidente del Consejo de la UE, Yorgos Papandreu, afirmó que "hay que evitar medidas unilaterales" y defendió la labor de los inspectores de desarme, "pero es evidente que no pueden continuar indefinidamente".
Ayuda humanitaria, sí
La Comisión distingue entre ayuda humanitaria y contribución a la reconstrucción en el caso de guerra. En este último caso, el comisario Patten advirtió ayer en Estrasburgo de que será "mucho más difícil para la UE cooperar plenamente y a gran escala si los acontecimientos se desarrollan sin una cobertura adecuada de la ONU y si los Estados miembros siguen divididos". El Ejecutivo comunitario prepara planes de contingencia para afrontar un éxodo de refugiados o de desplazados. Sin embargo, el presupuesto es limitado. La Oficina de Ayuda Humanitaria (ECHO) cuenta actualmente con 15 millones de euros para una crisis en Irak, que podrían ampliarse con otros tres millones de asistencia extraordinaria y tres más para los países limítrofes.
La división que la crisis iraquí ha abierto dentro de la UE se reflejó también ayer en el Parlamento Europeo, pese a que una resolución aprobada el pasado enero declaraba que las violaciones del régimen de Bagdad a la resolución 1.441 no justifican el recurso a una acción militar.
El cristianodemócrata alemán Hans Pöttering, presidente del mayoritario grupo Popular Europeo, censuró a quienes "critican a EE UU" sin exigir antes "a Sadam que se desarme". Por su parte, Enrique Barón, presidente del grupo del Partido Socialista Europeo, expresó un "total rechazo" a un ataque unilateral y opinó que una "guerra preventiva" sería un "excelente abono para el terrorismo internacional".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de marzo de 2003