Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
GUERRA EN IRAK | Las protestas

Una ola de protestas contra la guerra se extiende por todo el mundo

Cientos de miles de personas se manifiestan ante las embajadas y consulados estadounidenses

Una oleada de protestas espontáneas se fue extendiendo ayer por todo el mundo, a medida que las ciudades iban despertando con la noticia de que Estados Unidos había lanzado los primeros misiles sobre Bagdad. Australia y los países asiáticos, por su diferencia horaria, abrieron el frente, que se fue ampliando con manifestaciones, organizadas en su mayoría por estudiantes, en toda Europa, Oriente Próximo y América. Las embajadas, consulados y otros sitios relacionados con Estados Unidos fueron los lugares elegidos por los manifestantes para mostrar su repulsa a la guerra.

En las protestas espontáneas organizadas en Europa a lo largo del día participaron sobre todo estudiantes que, al final de la tarde, se mezclaron con las concentraciones convocadas por los organizadores de las manifestaciones multitudinarias del 15 de febrero, previas a las convocadas para mañana.

Más de 5.000 jóvenes paralizaron el centro de Londres. Tras concentrarse ante el Parlamento, se dirigieron a Downing Street, residencia del primer ministro Tony Blair. Pero las protestas se llevaron a cabo en todo el país y al menos 36 personas fueron detenidas.

En Alemania, 250.000 personas marcharon por las principales ciudades, según la policía. Al menos la mitad eran jóvenes y estudiantes de Berlín, que gritaron consignas en contra de la guerra de Bush cerca de la Embajada estadounidense.

En París, unas 80.000 personas, encabezadas por organizaciones estudiantiles, partidos de izquierda y sindicatos, llegaron ante la Embajada de EE UU, cercada por medio millar de policías. Los manifestantes corearon cánticos como "Bush y Blair, asesinos". En el centro de la capital, un grupo lanzó piedras contra un Mc Donald's. En toda Francia, se manifestaron cerca de 100.000 personas.

Los sindicatos mayoritarios de Italia habían convocado en días precedentes dos horas de paro para la jornada siguiente al primer ataque, de cuyo seguimiento no se tienen datos oficiales, aunque sí fue masivo en el sector de la enseñanza. Unos 100.000 alumnos, pacifistas y sindicalistas en todo el país improvisaron manifestaciones; la de Roma reunió a decenas de miles de personas que se dirigieron a las cercanías de la Embajada estadounidense. En Milán, 3.000 personas se concentraron frente al Consulado de EE UU.

Atenas vivió una de las mayores protestas del día. Más de 150.000 personas se manifestaron a mediodía contra la guerra, según la policía, mientras decenas de miles de griegos se concentraban en el resto del país. Los atenienses, estudiantes en su mayoría, se reunieron en el centro de la ciudad para rechazar una "guerra injusta" y para que pararan los bombardeos. Otras protestas, que reunieron a miles de personas, tuvieron lugar en Bruselas, Ginebra, Viena, Estocolmo o Helsinki.

Apenas tres horas después de que EE UU iniciara la guerra, "decenas de miles" de personas, con datos de la policía, paralizaron la segunda ciudad australiana, Melbourne. Coreando cánticos al son de tambores, los manifestantes se concentraron a la puerta de la biblioteca pública. También en la principal ciudad del continente, Sydney, unos 15.000 ciudadanos mostraron su descontento ante un conflicto apoyado por su Gobierno. En la capital, Camberra, cientos de manifestantes protestaron frente al Consulado de EE UU.

En Asia, las principales protestas por el ataque contra Irak se vieron teñidas por un fuerte sentimiento antiestadounidense. La mayor manifestación se produjo en Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo. En la capital, Yakarta, unos 2.000 miembros de un partido musulmán conservador gritaron eslóganes como "Bush, vete al infierno", o "América es terrorista" ante la casi fortificada Embajada de EE UU. Una pequeña organización islamista radical, Hizbut Tahrir, llamó a todos los musulmanes del mundo a la yihad (guerra santa).

Cientos de paquistaníes tomaron de forma pacífica las calles comerciales de ciudades como Karachi, Lahore o Rawalpindi, a gritos de "terrorismo americano". Donde sí se produjeron incidentes violentos fue en la ciudad india de Calcuta. Unas mil personas trataron de asaltar un centro cultural estadounidense. Al menos 12 policías y seis manifestantes resultaron heridos.

El sentir americano

En El Cairo, donde las manifestaciones están prohibidas desde que se declaró el estado de excepción en 1981, unas mil personas fueron duramente reprimidas por la policía mientras se concentraban cerca de la Embajada de EE UU. La mayoría eran hombres jóvenes, de ideología islamista o panarabista, que pidieron la expulsión de los embajadores de los países involucrados en la guerra, y corearon eslóganes contra EE UU y Reino Unido. También se produjeron pequeñas protestas en otros países del mundo musulmán, como Turquía, Jordania, Siria, Libia, Líbano o los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.

En EE UU también hubo quien se expresó en contra del ataque de su país contra Irak. En Nueva York, centenares de ciudadanos se concentraron en Times Square y Union Square. En San Francisco, miles de personas, algunos formando una cadena humana, bloquearon las calles y dijeron que querían mostrar al mundo que muchos estadounidenses se oponían a la guerra. Cientos de policías antidisturbios intentaron mantener despejadas las calles, y se produjeron algunas detenciones. También se registraron otras protestas menores en ciudades como Chicago.

En Santiago de Chile, frente a la Embajada de Estados Unidos, un ciudadano de 29 años usó un cuchillo para cortarse en sus brazos, muslos, abdomen y lengua en protesta por la guerra. Fue trasladado a un hospital, donde permanece en estado de gravedad.

En el resto del continente, las manifestaciones tuvieron menor repercusión, como en Toronto (Canadá). En Mar del Plata (Argentina), unos desconocidos, que según los medios locales protestaban contra el ataque, causaron daños en el viceconsulado español.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de marzo de 2003