El presidente del Gobierno, José María Aznar, se dirigió ayer al país en un mensaje institucional en el que justificó los bombardeos sobre Irak para desarmar a Sadam Husein y propuso a la oposición un "acuerdo de futuro". En la calle, decenas de miles de ciudadanos, sobre todo estudiantes, respondieron a sus palabras con manifestaciones y concentraciones de protesta. La oposición rechazó la oferta de consenso porque considera que la guerra es "ilegal".
El socialista José Luis Rodríguez Zapatero sólo admitió un acuerdo sobre la base del cese de los ataques y reclamó a Aznar que no envíe tropas ni deje a Estados Unidos utilizar las bases conjuntas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de marzo de 2003